El Sentido Común

Albert Einstein y Kurt Gödel paseando por Princeton
Fuente: fisicazone.com

Soror Eloisa, odiosurum me mundum reddidit Dialectica
Hermana  Eloísa, la  Dialéctica me ha hecho odioso el mundo
Pedro Abelardo, filósofo y lógico  francés 1079-1142


Siempre he intentado regirme por el sentido común. Se ha dicho que es el menos común de los sentidos y puedo dar fe de ello pues durante un tiempo me dediqué profesionalmente a sacar de apuros a personas que se habían metido en problemas fuera de España. Y en estas situaciones puedes apreciar que hay mucha gente que no piensa, que no reflexiona, que anda por la vida sin ton ni son y, claro, se la pega.
       
Yo no soy de esos, yo soy de los que se sienta y se pone a ver pros y contras e, incluso, algunas veces hago diagramas sobre el papel viendo todas las posibilidades, todas las opciones que tengo ante un problema. Esto no me ha librado de los errores, yo también en mi vida me la he pegado, pero me ha salvado de muchas, como cuando de joven, viviendo en Móstoles, alguien me ofreció un aceite muy barato y no lo compré pensando que de dónde habría salido y me libré del síndrome tóxico. O, ya hablando de asuntos más livianos, me he librado de compras de enciclopedias absurdas o de contratar ofertas telefónicas de ADSL que tienes que firmar inmediatamente porque si no pierdes la ganga.

Pero esta tendencia a la reflexión a veces puede convertirse en una tendencia a la obsesión y le das tantas vueltas a las cosas que te cuesta mucho decidirte o, puesto a tomar en consideración opciones, acabas examinando acontecimientos poco probables. En cualquier caso prefiero usar la cabeza en vez de llevarla para usar la gorra.

Aplico esto que llamo sentido común – que no es más que la aplicación práctica de la lógica - a todo y no sólo a mis problemas domésticos. Cuando ocurre algún acontecimiento social o político, antes de opinar o tomar alguna postura, pongo en marcha la máquina de pensar y examino la situación.

Y de esta manera intento ir por la vida de forma coherente pero, por otra parte, reconozco que tengo una limitación personal, es duro confesar un defecto como este pero creo que es honesto reconocer los fallos: tengo grandes dificultades en entender todas y cada una de las leyes que he leído y, en general, no comprendo la filosofía que hay detrás del Derecho.

Me ha tocado muchas veces tener que interpretar una ley y siempre me he encontrado con muchas dificultades para comprender lo que había detrás. He trabajado en informática jurídica, es decir, en programas de ordenador que trabajan en un entorno legal y siempre he tenido grandes problemas en entender la esencia de lo que estaba detrás del articulado de la ley que pretendía “informatizar”. Y cuando he echado mano del sentido común, que tan bien me ha funcionado en otros órdenes de mi vida, no me ha servido de mucho en este tipo de análisis.

Como podréis entender, dado mi carácter reflexivo, me he preguntado por qué me ocurre esto. He buscado el porqué de esta incapacidad mía. Y he concebido una teoría muy personal, como es personal todo el problema que aquí estamos analizando. Toda mi formación, he estudiado informática y sociología, tiene – aunque parezca mentira por la aparente distancia entre ambas disciplinas – el mismo sustrato: la lógica. Soy una persona que desde muy joven me he entrenado para pensar lógicamente. Y me da la impresión de que la lógica y el Derecho no se llevan muy bien.

Alguno, al leer estas líneas, estará pensando en que estoy cometiendo un sacrilegio. El Derecho, uno de los pilares de nuestra sociedad, según este pobrecito hablador, no es lógico. Y esta misma persona escandalizada pensará que,  o lo explico un poco mejor, o me deberían juzgar por desacato. Bien, lo intentaré, no tengo ninguna gana de que se me acuse de desacato pues soy persona cumplidora y obediente.

Para explicarlo me apoyaré primero que nada en una anécdota de la vida del que puede ser el matemático más importante del siglo XX, con el permiso de Alan Turing claro está, se trata de Kurt Gödel.

Al señor Gödel se le reconoce como uno de los más importantes lógicos de todos los tiempos, su trabajo ha tenido un inmenso impacto en el pensamiento científico y filosófico.

Gödel nació austrohúngaro pero como tantos otros cerebros europeos huyó de la Segunda Guerra Mundial y se exilió en los Estados Unidos. Acabó trabajando en el famoso Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, en dónde conoció a Albert Einstein y con quién trabó una legendaria amistad.

Ya que residía en los Estados Unidos resultaba práctico acogerse a esa nacionalidad. Siendo alguien que se tomaba las cosas realmente en serio, aunque se pudiera tratar de meras formalidades, decidió estudiar en detalle la Constitución de los Estados Unidos para su examen de nacionalización. El día antes del mismo llamó muy nervioso a Oskar Morgenstern, matemático de origen alemán padre de la Teoría de Juegos, había descubierto una inconsistencia lógica en la Constitución por la que se podía instaurar una dictadura en los Estados Unidos. El buen Dios, cuando allá en el cielo reparte cerebros, suele ser equitativo y al que le da la genialidad por un lado, le quita picardía por el otro.  Morgenstern, intentó calmarle, pues conocía a su amigo de sobras y sabía que no era muy bueno en relaciones públicas, temeroso de las consecuencias que un comentario de ese tenor podría tener sobre sus posibilidades de nacionalizarse.

Al día siguiente el propio Morgenstern y Einstein acompañaron a Gödel, intentando distraerle para que olvidara el asunto. El juez, impresionado por el dúo de genios que hacían de padrinos les permitió quedarse durante el examen. En el desarrollo del mismo le pregunto a Gödel “Vd. tenía la nacionalidad alemana hasta ahora, ¿no?” -”Austriaca” le corrigió Gödel; “Es igual” -prosiguió el juez- “aquello fue durante una horrible dictadura, pero afortunadamente eso no puede pasar aquí“; “¡De ninguna manera, yo puedo demostrarle que sí!” afirmó Gödel, que comenzó a explicarle el mecanismo que había descubierto. Afortunadamente, el juez le interrumpió, y Einstein y Morgenstern consiguieron calmar a Gödel, que poco más tarde juraría su nueva nacionalidad.

Es aún un misterio qué fue lo que Gödel había descubierto. Algunos expertos apuntan que podría tratarse del Artículo V que describe cómo se cambia la Constitución, pero no pone límites a dichos cambios, aunque es difícil creer que fuera algo tan relativamente simple lo que hubiera llamado la atención de Gödel. A mí lo que me cuesta mucho trabajo creer es que no encontrara más contradicciones, no por la Constitución, sino por Gödel(*).

Esta es una pista de que algo tan tasado y tamizado como la Constitución de los Estados Unidos si se analiza desde el punto de vista de la lógica formal se puede llegar a contradicciones. Pero si rebuscas en el ordenamiento jurídico y no te limitas a una sola ley, encontrarás todo tipo de contradicciones, correcciones indefinidas, derogaciones limitadas, controversias y todo esto no tiene nada que ver con la lógica. Dos abogados de dos partes enfrentadas en un pleito argumentan posturas antagónicas basándose en la ley, esto es imposible en la lógica.

Por supuesto que el Derecho tiene su lógica, pero no se trata de lógica formal, en cuyo reino no pueden coexistir una afirmación y su contraria, sino otro tipo de lógica.

Rebuscando en la historia de la filosofía creo que lo que más se parece a la forma de razonamiento del Derecho es la dialéctica. La dialéctica en su sentido moderno, tal y como la concibió el gran filósofo alemán Hegel, es la teoría de los contrapuestos en las cosas y en los conceptos. Es el discurso en el que se contrapone una determinada concepción, entendida como tesis, y la muestra de los problemas y conceptos que se oponen a ella denominada antítesis. De esta confrontación surge, en un tercer momento, la llamada síntesis, una resolución o una nueva comprensión del problema. Para Hegel se trataba de una superlógica, la dialéctica trascendía a la lógica, y, sin duda, es más descriptiva pero también es mucho menos formal.

Este guapo muchacho es Hegel pintado por Schlesinger
Fuente: Wikipedia
La lógica, al menos la lógica clásica,  no admite discusión. Una proposición es verdadera o falsa, pero la dialéctica si la admite, es más, la dialéctica – parafraseando a Sadam - es la madre de todas las discusiones.

Y esa naturaleza dialéctica del Derecho hace que tanta gente viva de este negocio. Unos se dedican a la tesis – abogados, fiscales, abogados del Estado y demás figuras que pueden actuar ante un tribunal – como una de las partes en un litigio, otros se dedican a la antítesis – otros  abogados, otros fiscales, etc - y representan a la otra parte. Y otros se dedican a la búsqueda de la síntesis, resolución o sentencia que son los jueces y magistrados.

Es quizá esa naturaleza dialéctica que sustenta el Derecho la que me hace incapaz de entender en toda su magnitud las leyes, las sentencias judiciales, el mecanismo judicial o procesal. Y es también por esa razón, porque no comprendo todo este entramado, por lo que cuando voy por la plaza de Castilla, en dónde están los juzgados de Madrid, procuro no pasar por la misma acera y me entran unas enormes ganas de cruzar los dedos. Tengo miedo de la Justicia porque no la entiendo.

No entiendo y el sentido común no me ayuda a comprender, por ejemplo, lo que ha pasado con el Juez Garzón, no comprendo que el juez que instruyó el caso Gürtel sea juzgado y condenado antes que los verdaderos acusados del mismo caso. Y no comprendo que ahora parte de las pruebas en contra de los que han cometido toda clase de fechorías se vayan a quedar invalidadas a consecuencia de la condena del juez. No entiendo nada que no se tenga en cuenta la opinión del fiscal. No comprendo que las pruebas que aparentemente favorecían a Garzón se desestimaran  y se admitieran las que lo inculpaban. No puedo entender que no se admitiera ninguno de los razonamientos de Garzón porque aunque fuera un diablo, como decía Machado, “El Demonio, a última hora, no tiene razón; pero tiene razones”. No entiendo que en otros casos se haya procedido a grabar las conversaciones entre los abogados y los clientes porque según la policía había indicios de delito y, en este caso, en el que aparentemente se daban las mismas circunstancias, sea un atentado contra el derecho de defensa. No entiendo muy bien que se deniegue la recusación de un magistrado que ha actuado como instructor en otros casos contra Garzón, aparentemente, puede ser posible que no esté en mejores las condiciones para ser imparcial y de ser así, por el mismo derecho de defensa que se pretende defender, debería haberse aceptado la recusación. No entiendo que si la otra parte pide diez años de inhabilitación, el tribunal lo condene a once. Y todo esto no lo comprendo del caso que más discusión puede ofrecer de los tres en los que Garzón está encausado, porque de los otros dos ya ni hablamos. Y, por último, no entiendo la reacción agresiva de determinadas personas – miembros o no del tribunal – ante el aluvión de críticas que se le ha venido encima con la sentencia. ¿Es delito tener una opinión contraria a la manifestada en una sentencia mientras no se eche mano del insulto, la calumnia o cualquiera otra de este tipo de malas artes?, porque si lo es, me callo inmediatamente pues como he dicho soy persona obediente, pero antes de callarme diré que no parece muy democrático, ni siquiera parece muy dialéctico.

No pongo en duda la honorabilidad, la profesionalidad y el profundo conocimiento de la ley que tienen los miembros del Tribunal Supremo, ¿quién soy yo para afirmar lo contrario?, simplemente necesito una explicación porque, dada mi incapacidad ya manifestada y reconocida, no entiendo nada. A lo mejor hay por ahí algún leguleyo supralógico que, con el dominio de la dialéctica, pudiera ayudarme.


Juan Carlos Barajas Martínez

(*) Gödel se hizo famoso por muchas cosas, entre otras, puso a temblar los cimientos de las matemáticas con sus dos teoremas de incompletitud, hizo dudar a Einstein de su propia teoría de la relatividad y fue capaz de desarrollar una demostración en lógica modal de la existencia de Dios ( el llamado argumento ontológico de Gödel, el que quiera verla la tiene en http://www.slideshare.net/rafael.mora/los-argumentos-ontolgicos-de-san-anselmo-y-kurt ).
Evidentemente con un individuo así se me hace muy poquito que sólo encontrara un error en la Constitución de los Estados Unidos.

Fotos tomadas de la página web del Instituto de Estudios Avanzados:
http://www.ias.edu/people/godel/institute



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15 comentarios:

  1. Muy bueno el articulo, pero quizas la clave esta en que para entender las acciones de los seres humanos no nos podemos basar en niguna ciencia o disciplina (logica, dialectica. matematica, etc) A esta ensalada de ciencia le falta el condimento (envidia, codicia, carencia de valores, ignorancia, miedo y mediocridad) . A lo mejor con todo junto entenderias la ley, que NUNCA JAMAS debe confundirse con la justicia. eso es otra cosa.

    te felicito

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    1. Gracias Dani por tus comentarios. Hay dos niveles de análisis, el formal, donde entraría el tema de la lógica-dialéctica - no sé si te has leído alguna ley con el afán de interpretarla pero ahí hay mucha tela - y otro, el de la realidad, en el que entran todas "esas virtudes" que citas. Yo he mezclado conscientemente los dos niveles a lo largo del artículo con el fin de dar contraste entre la lógica y el comportamiento real. Pero tienes toda la razón del mundo.

      Un abrazo, gracias por leerme.

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  2. Me lo has puesto difícil esta vez.

    Y eso que he abandonado, haciendo mutis por el foro, la peli "kung fu panda 2" que estaba viendo con los chavales ¿o ahora se dice visionando?

    Me centro en lo de Garzón y tengo, una vez más que coincidir contigo, y ya son... No tenía tantos detalles, pero al igual que tu he terminado por concluir que no entiendo nada. Por no hablar de los nombamientos posteriores.

    Gracias Juan Carlos

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  3. ¿Que tal está Kung Fu Panda?, por ahí la tengo pendiente. Y no se dice viendo ni visionando, se dice visualizando o quizás, llegando al paroxismo, displayando, jajaja.

    Completamente de acuerdo contigo y, lo de los nombramientos posteriores no es más que cerrar el círculo para que alguno vaya a la casilla de salida sin pasar por la cárcel y cobrando las 200 pesetas.

    Un abrazo muy fuerte JuanCho y muchas gracias por leer mis "entradillas".

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  4. Muy combativos tus últimos artículos. Más pasional y directo el anterior y más irónico el actual. Pero son proclamas a la acción, a la resistencia, a la lucha por la justicia. Este blog también es reflejo de la sociedad, o mejor aún, de la gente de a pie, antiguamente llamada pueblo. Personas que cada vez entendemos menos lo que pasa, de porque y de para que.
    Los informáticos tenemos la deformación profesional de aplicar algoritmos a todo. Viviríamos felices en Matrix jaja.
    De ahí nuestra dificultad en entender temas tan difíciles de parametrizar como la legislación. Una de mis mayores utopías sería poder crear una aplicación Justicia 1.0 jeje.
    Ah y lo de Garzón no es otra cosa que la acción del último reducto de la dictadura franquista, la dictadura judicial.
    Enhorabuena por el artículo, a nadie le salen tan bien los cócteles como a ti. Y felicidades por el éxito del blog, ¡son números espectaculares!

    Carles.

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  5. Gracias Carles por tus ánimos. Pues si, hay que resistir, el pobre ciudadano entre multinacionales, el Estado, el neoliberalismo, la crisis, es como una hormiga que evita ser aplastado. Menos mal que existe Internet!, y hasta Internet nos quieren quitar. Jajaja. Como decía Quevedo, no el real, sino el personaje que de él hizo Pérez Reverte en su Capitán Alatriste, !no queda sino batirse!.

    Un abrazo

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  6. Muy bueno el artículo, muy curioso y lo de Garzón muy mal, muy injusto

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  7. Estimado señor:
    Lo que yo no puedo entender es su incapacidad en observar lo peligroso de la defensa de la prevaricación por parte de la autoridad judicial. Eso, o está usted muy mal informado al respecto del caso del ex-juez Garzón.
    Delincuentes habrá siempre, y la fortaleza del sistema consiste en la percepción general de un sistema que persigue y/o trata de corregir el delito. Pero lo más importante es darse cuenta de lo grave que resulta el delito en manos de quien tiene que velar y aplicar el sistema de derecho en aras de la defensa de la justicia y la libertad.
    Enhorabuena por la primera parte de su artículo.

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  8. Estimado anónimo, gracias por la enhorabuena de la última frase de su comentario y respecto al resto respeto lo que dice pero no estoy de acuerdo con usted.
    Muchas gracias por leer el artículo

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  9. acabo de descubrir tu blog y me ha encantado.Puedes estar seguro que tienes una nueva seguidora, me gusta tu mezcla de reflexión crítica con una pincelada de ironía y buen humor. yo también he estudiado sociología en la UNED, aunque voy un poco desorientada.

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  10. Muchísimas gracias por tu comentario y por ser una nueva seguidora. No entiendo lo de la desorientación me lo tienes q explicar

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  11. Es bueno tener en cuenta que toda situación tiene su lógica, porque sin ella nada tendría sentido; y el hecho de que algunos no entiendan esta mecánica, nada tiene que ver con las relaciones causales y necesarias de los acontecimientos - y mucho menos con el análisis de un entendimiento tan prejuicioso como lo es el sentido común.
    Todos hablan de la justicia como si conocieran el verdadero significado que de su concepto se deriva - el derecho es un sistema formal de administración social; donde todo depende de su alcance y de las interpretaciones que de las circunstancias generales determinen - la ley es solo un conjunto de normas arbitrarias elaboradas para regular las relaciones de poder entre los miembros de una sociedad. Como entonces puede intentarse una relación entre cosas que aunque participando de un mismo sistema, se refieran a cuestiones diferentes.

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  12. Me ha parecido sagaz e ingenioso el desarrollo y el engarce de ideas y conceptos. Como valenciano que soy he crecido con la cultura de la pirotecnia, y tu articulo me recuerda a los trabajos del genial pirotécnico Caballer (no por pirotécnico, sino por como estructura sus espectáculos). Sigue el principio de presentación nudo y desenlace, siendo este ultimo estadio el mas apreciado, pues es donde desata toda furia formando un apoteosis de estruendo, colorido y olor a polvora quemada, que nos impele a aplaudir entusiasmados. Lo del juez Garzón es de traca, y más si cabe, visto con la perspectiva del tiempo. Si cuando escribiste ese articulo ya clamaba al cielo, que te voy a decir en el año 16, cuando sabemos ya muchas cosas del caso Gurtel. Se han lucido y se les ha visto el plumero a todos esos Srs magistrados que defenestraron a Garzón por razones que se me antojan personales. Poco se interesaron por lo que había detrás de ese caso...

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    1. Muchas gracias Paco por la comparación con Caballer y es justamente lo que pretendo con mi forma de redactar con traca final incluída.

      Por otra parte estoy completamente de acuerdo con lo que dices.

      Un fuerte abrazo y muchas gracias de nuevo

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