¿Un mundo feliz?

Portada de una edición antigua obtenido del blog "una pizca de cine.."



¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad!
¡Oh mundo feliz,
en el que vive gente así!


William Shakespeare
La Tempestad, acto V


Mi primer contacto con la famosa obra de Aldous Huxley fue a través de una serie de televisión, correría 1980 ó 1981. Y ya entonces me atrapó. Bastantes años después leí el libro y me atrapó más todavía. La novela, escrita en 1932, es una sátira futurista sobre la sociedad surgida de la segunda revolución industrial basada en el maquinismo, la eficiencia, la medición de tiempos de trabajo, la producción en cadena y todas las características que constituyeron la base de lo que se denominó el fordismo, en honor de Henry Ford (1) el industrial norteamericano que puso en marcha la primera cadena de montaje.

En esta sociedad futurista hasta a los seres humanos se les fabrica en serie como a los automóviles y en vez de clases sociales hay categorías (2), a las que se pertenece de por vida según sales de la cadena de montaje. Los alfa, los beta, los gamma, los delta y los epsilones - las distintas clases de seres humanos que salen de la cadena - tienen sus características físicas e intelectuales concebidas como especificaciones técnicas – igual que las especificaciones de los automóviles o de los programas de ordenador - y que les hacen apropiados para las distintas funciones en la sociedad. Directivos, empleados, trabajadores en una sociedad cuyas autoridades consideraban perfecta. Desde un punto de vista de la teoría sociológica sería la sociedad funcionalista llevada al extremo, sin conflictos, cada uno con su posición y función asignada.

La religión oficial del Estado Mundial huxleyano consagra a Henry Ford como Dios, como el referente religioso supremo, al estilo de Jesucristo para nuestra civilización; de hecho, la novela transcurre en el siglo VII después de Ford y, en esta era inventada por Huxley, el año cero es 1908, año en el que Ford inventa la cadena de montaje y la producción en serie. La obra está repleta de frases en donde la palabra "Ford" reemplaza a lo que en vida real se utiliza como Dios. Por ejemplo: "¡Por Ford!", "¡Ford! Eso es increíble", o "Su Fordería" para referirse a las autoridades en lugar de “Su Excelencia” o “Su Eminencia”.

Los nombres de los personajes son composiciones de nombres de personas reales, por ejemplo el personaje “Primo Mellon” es composición de Primo de Rivera – el dictador de España en los años ’20 – y de Andrew Mellon – un millonario filántropo norteamericano (3).

Es una obra llena de ironía y de crítica mordaz hacia un tipo de economía industrial que se había puesto de moda en los países desarrollados, que había provocado cambios sociales y culturales, y que a Huxley parece que no le gustaba nada.

¿Pero qué tipo de ideología o de pensamiento había detrás de este modo de producción?. ¿Cuándo y por qué surgió?. Bien, para contestar a estas preguntas y, antes de hablar del fordismo, hay que referirse a un movimiento teórico previo que se conoce como taylorismo.

La segunda mitad del siglo XIX es un período de notables innovaciones tecnológicas, científicas, sociales y económicas que propiciaron un gran desarrollo de la industria siderúrgica, química, eléctrica y del transporte, así como la utilización de nuevas formas de energía diferenciadas del clásico carbón. Este proceso de desarrollo industrial a su vez propició un nuevo desarrollo del capitalismo, nace el capitalismo financiero y nacen las grandes combinaciones horizontales y verticales de empresas, se acrecienta velozmente, sobre todo a partir de 1890, el proceso de fusión y concentración, aparecen los grandes cárteles, trusts y holdings.

Si la primera revolución industrial se caracterizó por su carácter eminentemente británico, su dependencia energética del carbón y la máquina de vapor como exponente tecnológico, la segunda se caracteriza por su extensión geográfica – se desarrolla, además de en el Imperio Británico en Alemania, Italia, Francia, Países Bajos y, sobre todo, en Estados Unidos que emerge como superpotencia en los albores del siglo XX – , se caracteriza también por el uso intensivo del petróleo y la electricidad como fuente de energía y por el motor de combustión interna como exponente tecnológico.

La complejidad y tamaño crecientes de las empresas, unido a la acentuación de la división del trabajo, crearon agudos problemas de coordinación. Apareció entonces una urgente necesidad de racionalización de las relaciones hombre-hombre y hombre-máquina en la industria.

Con la mecanización de la producción los ingenieros industriales pasaron a ocupar una posición estratégica en la estructura social de la empresa. Y éstos, elevados a posiciones de autoridad en el esquema de las empresas, empezaron a aplicar los principios de la ingeniería – que tan bien habían resultado para la resolución de los problemas técnicos – a la administración y organización del trabajo en la fábrica.

El taylorismo surge en este período histórico como consecuencia de todo este proceso de aplicación de la ingeniería a la organización. Su autor, Frederic W. Taylor (4), que de simple obrero llegó a ser ingeniero, tuvo el mérito – no de inventar  técnicas de ordenación científica del trabajo – sino de haber llegado a integrar en un sistema coherente las diversas técnicas e ideas ya existentes que andaban desperdigadas por manuales de organización de distintas instituciones y empresas.

Por tanto, el taylorismo no es una teoría sociológica, no se interesa por los problemas de la sociedad en su conjunto sino  que trata acerca de los problemas prácticos de eficiencia, basa su campo de estudio en el individuo, estudia al obrero como unidad aislada. Si ha llegado a influir de un modo notable sobre la sociedad en su conjunto no ha sido por su vocación intelectual comprensiva de la sociedad sino por su aplicación generalizada en el mundo de la empresa.

El fin del taylorismo es el incremento en la productividad de la organización. Para ello aboga por una aproximación empírica y experimental a los problemas de gestión del trabajo en una fábrica. Taylor pensaba que detrás de cada puesto de trabajo había leyes que se podían descubrir a partir de la observación y la medición y, que una vez conocidas esta leyes, podrían ser aplicadas a un puesto de trabajo concreto. Creía que el conocimiento científico podía reemplazar los métodos improvisados o dejados a la intuición o experiencia del trabajador.

Dejar de lado el conocimiento del trabajador implicaba la separación radical entre el planteamiento de los trabajos y la ejecución de los mismos. El nuevo papel del obrero sería, por tanto, la simple ejecución del trabajo y esto nos lleva a que la selección del trabajador no puede ser hecha al azar, sino que tiene que estar también científicamente realizada para lograr que para cada tarea sea elegida la persona idónea. Es en este momento cuando empiezan los procesos de selección del personal en las empresas.

La filosofía subyacente en el taylorismo se completa con otro importante principio: la cooperación de los trabajadores y directivos. Taylor pensaba que, una vez descubiertas las leyes “naturales” que describen el trabajo y la producción, una vez determinado – en bases a tales leyes – el tiempo idóneo para la ejecución de una tarea y medido el esfuerzo necesario, se podía definir el salario exacto para cada puesto de trabajo de una manera objetiva y científica. Por consiguiente, no queda lugar para el conflicto y ni para las querellas puesto que nadie puede contestar los hechos científicos.

Siguiendo con este razonamiento no tiene ya sentido la lucha de clases y, desde luego para Taylor, el papel de los sindicatos es pernicioso y anacrónico. Los trabajadores conseguirían mucho más en sus ambiciones personales actuando de manera aislada que recurriendo a soluciones colectivas.

¿No os suena toda esta canción?. ¿No hay en este discurso argumentos recurrentes que el nuevo – no tan nuevo como puede verse – liberalismo utiliza machaconamente?. El taylorismo considera al trabajador como un instrumento más de la producción, como una máquina con sus especificaciones, sus condiciones de trabajo, sus costes. Y como tal tiene que ser manejado. Esta concepción del trabajador no toma en cuenta los sentimientos, las actitudes, los fines personales de los individuos y, por tanto, ni entra a considerar la posibilidad de la incentivación de las personas. No hay conciencia de que el obrero es un ser social, influido en su comportamiento por su vinculación con la estructura social general y la cultura de los grupos a los que pertenece. Y, por otra parte, peca de una inocencia pueril pues no considera la posibilidad de que estalle el conflicto entre el empresario y el obrero porque hay unas leyes naturales – en un contexto completamente artificial por cierto – que son indiscutibles. El taylorismo ha despreciado las variables psicológicas y sociológicas del comportamiento organizacional y sobreestima las posibilidades de la ciencia para resolver todos los problemas.

Y ya, para terminar con el taylorismo, hay que señalar que no todo lo que dijo Taylor es falaz, el invento se le desmadró cuando más allá de medir y organizar se puso a filosofar.

El fordismo aplicó parte de las ideas de taylorismo pero fue menos militante en sus aspectos más mecanicistas. Apareció en el siglo XX promoviendo la especialización, la transformación del esquema industrial y la reducción de costes pero, a diferencia del taylorismo, ésta innovación no se logró principalmente a costa del trabajador sino a través de una estrategia de expansión del mercado.

Pero no fue por generosidad o magnaminidad, la razón era que si hay mayor volumen de unidades de un producto cualquiera - debido a la tecnología de ensamblaje - y su costo es reducido - por la razón tiempo/ejecución - habrá un excedente de lo producido que superará numéricamente la capacidad de consumo de la élite económica, de las clases altas que eran hasta entonces las  tradicionales y únicas consumidoras de tecnologías. Es decir, se daba un fenómeno que la socióloga Saskia Sassen denomina lógica de inclusión en el sistema. Al sistema político-económico le interesaba incluir a los trabajadores como consumidores. Por lo tanto, tenían que disfrutar de mejores condiciones, entre ellas, un salario más alto.

Aparece entonces un obrero especializado con un estatus mayor al proletariado de la primera industrialización y también surge la clase media del modelo norteamericano que se transformará en la cara visible del arquetipo del “american way of life”. Pero el sistema excluye del control de la producción a los trabajadores, como solía ocurrir cuando el obrero además de poseer la fuerza de trabajo, poseía los conocimientos necesarios para realizar su trabajo de forma autónoma, de esta manera el capitalista quedaba fuera de los tiempos y modos de producción.

El fordismo - con ayuda anterior del taylorismo - llega para romper con ese monopolio del trabajo, por un trabajo alienante con características que llevan al obrero a perder ese "monopolio" y, por ende, a perder el control de los tiempos de producción.

La idea de la producción en cadena produjo transformaciones sociales y culturales que podemos resumir en la idea de la cultura de masas. Se produjo una expansión interclasista del consumo que derivó en nuevos estímulos y códigos culturales, la sociedad del consumo la llamamos. En general, la clase trabajadora de los países desarrollados empezó a vivir mejor, al menos materialmente.

El sistema alcanzó su madurez después de la Segunda Guerra Mundial bajo el Estado del bienestar keynesiano en el que se desarrolló una forma de capitalismo de rostro humano competidor, como modelo de sociedad, con los socialismos reales en medio de una guerra fría que enfrentaba a ambos modelos.

¿Y qué ha pasado desde entonces?. Ha habido una nueva revolución industrial, la revolución que ha traído la invención del ordenador y la mejora en las comunicaciones, tanto en el aspecto de la comunicación de la información como en el transporte de personas y mercancías. El mundo se ha hecho más pequeño, se ha convertido en una “aldea global “, según el término acuñado por el filósofo canadiense Marshal Mcluhan (5). Las consecuencias de esta revolución de la información se agregan a las anteriores revoluciones industriales como las capas de los estratos en geología. De manera que vivimos en una sociedad con características de la sociedad industrial y de la sociedad postindustrial o de la información.

Con la economía global han perdido importancia los mercados nacionales y, por tanto, los consumidores nacionales. Ahora el mercado es mundial. También ha perdido importancia dónde se produce, se puede producir en cualquier parte del mundo, en dónde sea más barato. Tampoco hay dos modelos de sociedad, el capitalismo quedó como modelo triunfante, como pensamiento único. Y surgió el fenómeno de la economía financiera predominando sobre la economía real, ya no es tan necesario producir para ganar dinero basta con especular. Han surgido poderes emergentes en el tercer mundo que antes no contaban para nada con una clase obrera más barata que la de los países desarrollados. De tal forma que los consumidores ya no son tan necesarios y la clase trabajadora no tiene porque vivir tan bien como solía, ya no es una condición para el funcionamiento del sistema o, mejor dicho, ya no es una condición para ganar dinero pues el sistema se me antoja más inestable.

Todos estos acontecimientos que he resumido en los párrafos anteriores han provocado un cambio muy importante que Saskia Sassen denomina “lógica de la expulsión”(6). Ya no es prioritario integrar a las masas en el sistema económico como consumidores, sigue siendo importante, pero ya no es lo más importante. Por lo tanto, se pueden bajar sueldos y recortar beneficios sociales con lo que las clases trabajadoras y medias viven peor, incluso en los países más desarrollados.

¿Y que ha quedado del fordismo?. Como señalamos anteriormente vivimos en unas sociedades muy complejas que incorporan elementos del industrialismo y del postindustrialismo. El fordismo sigue ahí, en las fábricas, pero con menor influencia. Hay autores que señalan que ha sido sustituido, a partir de la crisis de los años ’70, por el toyotismo, que se caracteriza por estar pensado para economías con crecimiento aceptable y apertura a mercados exteriores y que se basa fundamentalmente en los principios de fábrica mínima, es decir, personal mínimo y capaz de rotar y realizar múltiples funciones, burocracia mínima, producción adaptada a la demanda con almacenaje cero y robotización y automatización de los procesos de producción.

El toyotismo no ha tenido el predicamento de las teorías anteriores. Nadie ha escrito una novela cuyos protagonistas digan: ¡por Toyota! o ¡gracias a Toyota!. No me parece ahora mismo que la sociedad del mundo feliz de Huxley esté de moda como posibilidad futura. La novela, aparte del poso de cachondeo que dejaba detrás de su ironía, describía una sociedad - más que alienada – ñoña. Al menos sus miembros se lo pasaban aparentemente muy bien entre banalidades y unos hábitos sexuales despreocupados y promiscuos. Llamadme pesimista pero ahora mismo mi visión personal del futuro es otra, más cercana a la obra maestra del expresionismo alemán: la película muda Metrópolis de Fritz Lang de 1926(7)

Cartel anunciador de la película obtenido del blog (1+1 una historia...)


Vi esta película en el cine en 1985 en una versión remozada con música de Giorgo Moroder e imágenes resaltadas con un solo color, escala de rojos o de azules o de grises dependiendo del dramatismo de la escena. Me recuerdo en mi butaca totalmente anonadado por la potencia de las imágenes y por aquel argumento desolador de la ciudad de la superficie llena de tecnología, riquezas y comodidades en contraste con la ciudad subterránea, en donde los obreros trabajaban sin descanso, en condiciones alienantes y suma pobreza. Por cierto, al final, cómo no, todo terminaba con una revolución, así que, apliquémonos el cuento y cambiemos el rumbo, porque por el camino que llevamos…



Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo



Escena de la película con música de Kraftwerk

Notas

(1)    Para ver una biografía de Henry Ford pulsad aquí
(2)    He puesto categorías por no llamarlas castas. Pero hay que admitir que a lo que más se parecen es a las castas.
(3)    Para ver más nombres compuestos y otros detalles de la obra “Un mundo feliz” pulsad aquí
(4)    Para ver una biografía de Frederic Taylor pulsad aquí
(5)    Más información sobre “aldea global” aquí
(6)    Para consultar más información acerca de Saskia Sassen pulsad aquí
Video de una entrevista muy interesante con Saskia Sassen



(7)    Para ver más información acerca de la película Metrópolis pulsad aquí

Nota final: Brown, Lauder y Ashton hablan de taylorismo digital.  Taylorismo digital o taylorismo informático, referido a la organización del trabajo, se denomina a la organización global del trabajo profesional y técnico del conocimiento -tradicionalmente desempeñado por las clases medias profesionales- bajo las condiciones de automatización mediante la digitalización e informatización, reducción de salarios, deslocalización y competencia en los mismos términos a los que en su día fueron sometidos los trabajos artesanales o manuales por el taylorismo. Es un tema en el que he profundizado poco y el término es muy nuevo, pero se parece a lo que expresaba yo en el artículo "La proletarización de los informáticos", aunque yo reducía el fenómeno al ámbito español y mi tesis es que la informática no ha llegado a ser una profesión en el sentido sociológico del término sino una semiprofesión.

Bibliografía

Organización y Burocracia
3ª Edición
Nicos P. Mouzelis
Ediciones Península
Barcelona 1991

Administración de la producción como ventaja competitiva
Eduardo Jorge Arnoletto
Eumed.net (Universidad de Málaga)
Málaga 2007

http://es.wikipedia.org

Licencia Creative Commons

El efecto de mera exposición


Hace más años de los que quiero reconocer, siendo mi hijo mayor poco más que un bebé, mi mujer, el niño y yo hicimos un viaje en nuestro coche desde Madrid a Murcia del que nunca me olvidaré.

Hay una edad en los niños pequeños en que nos les importa ver un video o escuchar una canción ochocientas veces, lo sabemos muy bien los padres que somos las víctimas propiciatorias de esa característica infantil.

En tiempos de aquel viaje a Murcia (1) estaba de moda la película de “El Rey León” y, cómo no, su banda sonora compuesta por Elton John. Dentro de la banda sonora de la película estaba la canción “Hakuna Matata”, una alegre tonadilla cuyo mensaje era algo así como “canta y sé feliz”, un mensaje muy optimista que gritaba una pandilla muy despreocupada formada – cosas de Disney - por un jabalí africano, un león destronado y un pícaro suricato. De hecho, la traducción del swahili de “hakuna matata” es “no hay problema”.

El caso es que no recuerdo en qué promoción nos regalaron una cinta de casete con el tema del Rey León y “hakuna matata” cantados en la primera cara, y las versiones instrumentales de ambas canciones en la segunda cara, era pues una cinta con cuatro canciones. El radiocasete del coche era de aquellos que una vez se completaba una cara de la cinta cambiaba el sentido de giro del motor y leía la otra cara, es decir, música sin fin.

Al salir de casa, el niño pidió la cinta en cuestión. Al principio la música me hacía gracia, al llegar a la provincia de Cuenca, incluso me gustaba, además el niño se dormiría pronto. En Albacete, el niño no se dormía y seguía jaleando la canción de aquel maldito jabalí africano y la alegre tonadilla comenzaba a cansar. En la provincia de Murcia era algo más que cansancio lo que sufríamos, odiaba cortésmente a la puñetera cancioncita, el niño no se dormía ni a la de tres y cada vez que hacíamos un intento de cambiar la cinta emitía un llanto agudo más estridente que el de jabalí disneyano.





El resultado fue que nos pasamos los cuatrocientos y pico kilómetros que separan Madrid de Murcia escuchando la dichosa música. Puedo asegurar que a pesar de la cantidad de años que han pasado, cada vez que escucho la canción me acuerdo del viajecito con un doble sentimiento, por un lado tengo un sentimiento de repulsa por el empacho musical pero por otro me acuerdo de la imagen en el retrovisor de mi hijito moviendo en su sillita manos y piernas al compás de la música y riéndose a carcajadas, y siento mucha nostalgia. Siento nostalgia porque ya es todo un hombre que me mira, con un punto de socarronería juvenil, desde su atalaya de un metro noventa. Sentimientos agridulces, ya sabéis cómo es la vida.

Lo que pasó en aquel viaje fue que mi mujer y yo estuvimos expuestos a altas dosis de un fenómeno que en psicología se denomina “efecto de mera exposición”(2). Este efecto fue descubierto por el psicólogo social norteamericano Robert Zajonc en 1968. Zajonc observó que la exposición repetida a un estímulo o mensaje que inicialmente es neutral o positivo, ya se trate de una cara, de una melodía musical o de un logotipo nunca antes visto,  es suficiente para que las personas incrementen sus respuestas afectivas y evaluativas hacia dicho objeto. En cambio, si la disposición inicial al estímulo es negativa, lo única que hará la repetición del mismo será empeorar la respuesta del observador.

Dicho de otro modo, si escuchas en la radio una determinada canción  y tu reacción inicial es “ni fu ni fa”, es decir, te es completamente igual, no te emociona; si te empiezan a repetir la canción en “los 40 principales”(3) varias veces al día, aumenta tu disposición a que esa música – inicialmente neutra – te guste. Y acaba gustándote. Eso lo saben las discográficas desde hace mucho y usan fórmulas repetitivas para promocionar las canciones pagando a las emisoras de radio para que repitan la canción hasta la saciedad y lo llevan haciendo desde antes del experimento de Zajonc.

En 1989, Bornstein encontró que el efecto de mera exposición estaba influenciado por el tiempo y la frecuencia de exposición. Por ejemplo, el efecto favorable hacia el estímulo tiende a estabilizarse tras un número elevado de repeticiones, entre 10 y 20 presentaciones, punto a partir del cual, el efecto incluso puede decrecer, que es lo que me pasó cuando llegamos finalmente a Murcia y ya no soportaba escuchar de nuevo la canción.

Borstein también descubrió que cuanto más breve fuera el tiempo de exposición al estímulo la magnitud del efecto era mayor, es decir, que los mensajes o estímulos breves tienen más posibilidad de ser más agradables al receptor (4).

A la hora de explicar por qué se produce este efecto se han planteado diversas hipótesis, a mi me hacen bastante gracia dos. En primer lugar la que los psicólogos, tan amantes ellos de poner etiquetas a todo, llaman “teoría de la reducción de la incertidumbre”. Propuesta por Harrison, sostiene que las sucesivas exposiciones a un estímulo reducen la competición entre las posibles respuestas a dicho estímulo, lo cual representa una sensación agradable que se atribuye al mismo. La segunda es la “teoría de la fluidez perceptiva” de Jacoby que sostiene que un estímulo presentado previamente sería más fácil de percibir que otro similar y nuevo, pudiendo las personas atribuir esa fluidez o facilidad al estímulo presentado. O quizás se deba a ambas causas, no parecen excluyentes.

La repetición es también una herramienta clásica de aprendizaje, nos lo dice la experiencia y nos lo confirman los neurólogos. ¿Quién no se acuerda de haber cantado repetidamente en voz alta las tablas de multiplicar?. Al parecer la repetición ayuda a afianzar las conexiones neuronales de nuestra memoria. De hecho, os puedo asegurar que yo, que soy un negado para recordar las letras de las canciones, al pasear por las calles de Murcia, me sabía el “Hakuna Matata” como el propio cantante, aquel malhadado jabalí que respondía al nombre de “Pumba”.

Se me ocurre una tercera propiedad de la repetición de estímulos y mensajes. Cuando una persona o institución repite machaconamente el mismo mensaje, con rotundidad, con seguridad, sin asomo de duda, provoca en el otro - el receptor del mensaje – una semilla de credibilidad, algo así como, “si lo dice tantas veces y está tan seguro pues debe ser verdad” . De hecho, al pasear por la calles de Murcia – en esa primavera maravillosa que suele disfrutar esa ciudad – y tarareaba la cancioncilla de marras, creía que la vida está para disfrutarla y que no hay que tomarse las cosas demasiado en serio, “Carpe diem”. Y esto os lo dice el que suscribe que suele ser bastante cenizo.

Sea por lo que fuere – el efecto de mera exposición, el aprendizaje repetitivo o la inducción de credibilidad - el sistema de repetir mensajes se utiliza en muchos órdenes de nuestra vida desde la publicidad hasta la pobres y sufridas madres de todas las partes del mundo que siempre nos recuerdan los mismos mensajes continuamente, “hijo cámbiate de calzoncillos no vayas a tener un accidente”, “el plátano está feo por fuera pero por dentro está muy rico”, “recoge tu habitación o te lo tiro todo a la basura”. Estos mensajes parece que no tienen efecto sobre el consumidor o sobre el hijo, pero al final el consumidor acaba comprando el detergente que se le anuncia machaconamente y el hijo acaba recogiendo su habitación…… cuando deja la casa de sus padres.

Todos estos efectos útiles de la repetición de mensajes, positivos unas veces y negativos otras, hacen que está técnica se utilice también, cómo no, en la política. Escenario éste en el que abundan toda clase de triquiñuelas, añagazas, prestidigitaciones y alevosías. Toda técnica que el ser humano utilice para confundir o engañar o – en el mejor de los casos - convencer a otros seres humanos de cosas que en buena parte de los casos van en contra de sus propios intereses, es útil en la política.

Así hemos podido escuchar o leer muchas veces los mismos mensajes: “El Estado soy yo”, “América es la tierra de la libertad”, “ein volk, ein reich, ein führer”, “puedo prometer y prometo”,”vamos a crear tropecientosmil puestos de trabajo”, “¡váyase Sr. González!”, “en Irak hay armas de destrucción masiva”, y voy a parar porque hay miles (5).

Centrándonos en España está tarea la hace mejor el Partido Popular que el Partido Socialista, los populares ganan por goleada, los socialistas son más torpones en estas cosas. Sospecho, pues no tengo ninguna prueba y puedo estar equivocado, que tienen una especie de gabinete de crisis de frases para salir del paso. Cada vez que sucede algo que pueda representar alguna ventaja o algún peligro para sus intereses el gabinete acuña urgentemente una frase, breve, enérgica, de esas que se dirige a las vísceras del oyente y no al cerebro. Luego se distribuye entre los dirigentes populares quienes la repiten continuamente ante todos los medios de comunicación que les preguntan. Pasadas unas horas de la situación que ha provocado la emisión repetida del mensaje, pasan a comentarios más pensados, que han sido diseñados con más información y reflexión pero que uno sigue sospechando que ese gabinete fantasma sigue detrás de ellos.

La última vez que hemos podido ver este comportamiento ha sido con el escándalo del ex tesorero del Partido Popular, el Sr. Bárcenas. Los dos principales diarios de Madrid, El País y El Mundo, han destapado una presunta distribución de sobresueldos a los dirigentes del partido en dinero negro obtenido de comisiones ilegales. A las pocas horas de salir a la luz, quizás a los pocos minutos, ya estaban los dirigentes emitiendo el mensaje de urgencia, esta vez neutro, sin entrar a valorar: “No me consta que haya habido comisiones ilegales en Partido Popular”. “El-no-me-consta” se hizo muy famoso. Pasadas veinticuatro horas cambiaron el mensaje y empezaron a poner en duda a las fuentes, al Partido Socialista que había abierto la boca muy poquito hasta ese momento, al Sr. Bárcenas, a la veracidad del cuaderno manuscrito que era el origen de todo. Había comenzado el contraataque.

Es una maquinaria muy poderosa la propaganda del Partido Popular, a la que no es ajena un grupo notable de medios de comunicación, y tengo una terrible curiosidad como sociólogo sobre la evolución del caso. Es muy grande la indignación que ha levantado, incluso entre los votantes propios, y habrá que estudiar el comportamiento de esa maquinaria y cómo varía la respuesta de la opinión pública expuesta a su propaganda en un país que está sumido en una terrible crisis económica, social y política. Esta vez lo tienen bastante más difícil. Veremos.

Entretanto me quedaré con los recuerdos de aquel viaje en que éramos más jóvenes y mi hijo era mi hijito. Viaje que parecía completamente rutinario y que sin embargo, pasados casi dieciocho años, todavía lo tengo presente como si hubiera pasado ayer mismo. Es el tremendo poder de la repetición.



Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo


Notas:

(1)    Murcia es una ciudad del sureste de España de casi 450.000 habitantes (su área metropolitana ronda los 700.000) situada a 408 kilómetros de Madrid. Se trata de una importante ciudad de servicios en la que el sector terciario ha sucedido a su antigua condición de exportadora agrícola por antonomasia, gracias a su célebre y fértil huerta, por la cual era conocida con el sobrenombre de la Huerta de Europa. Entre sus industrias más destacadas se encuentran la alimentaria, la textil, la química, la de destilación y la fabricación de muebles y materiales de construcción. Para más información acerca de la ciudad de Murcia pulse aquí.
(2)    Para más información acerca del efecto de mera exposición pulse aquí.
(3)    Inicialmente comenzó siendo un programa de radio en la emisora Radio Madrid de la Cadena Ser en 1966, que difundía la lista de las 40 canciones más populares en España, la lista se confeccionaba por votación popular. Actualmente es una cadena de emisoras en FM que sólo se dedica a la música popular las 24 horas del día. Está presente en España y otros 10 países de Latinoamérica y Estados Unidos.
(4)    Borstein descubrió que la magnitud del efecto de mera exposición se ve facilitada cuando se impide a los sujetos reconocer el mensaje durante la exposición mediante tiempos de exposición muy breves o enmascarándolos. También se produce mayor efectividad cuando los estímulos son poco familiares y carecen de significado así como cuando la elaboración cognitiva de los mismos es relativamente baja. Esto me lleva a pensar en la gran efectividad de las campañas de publicidad en las que el mensaje está oculto, por ejemplo cuando se va a sacar un nuevo coche al mercado un día determinado y el eslogan de la campaña es “algo maravilloso va ocurrir el día tal”. No hay relación directa entre el mensaje y el objeto del mensaje.
(5)    He puesto diversos eslóganes políticos y frases de políticos de distinta procedencia simplemente como ejemplos conocidos que a todos nos suenan. No estoy comparando el mensaje nacionalsocialista de “ein volk, etc…” con los demás. Que nadie sea tan susceptible por favor.

Bibliografía:

La eficacia relativa del efecto de mera exposición y del condicionamiento clásico en la formación de preferencias
Pablo Briñol y otros
Universidad Autónoma de Madrid
Revista Psicothema
Año 2000, Vol 12, nº 4, pp. 586-593

Psicología Social
J. Francisco Morales, Carmen Huici y otros
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Editorial McGraw-Hill
Madrid 2000

Vídeo de "Hakuna Matata", seguro que si lo veis repetidas veces os gustará:



Licencia Creative Commons

Andamos muy enredados II

Las redes sociales digitales

Segundo artículo sobre las redes sociales, trata sobre las redes sociales y la tecnología, las redes sociales digitales y se echa un vistazo a la estructura relacional y la filosofía de las más conocidas. Se recomienda, para fijar los conceptos sociológicos de grupo y red social, leer el primer artículo sobre las redes sociales

Imagen tomada de www.redcei.es

Así como el cerebro puede hacer cosas que ninguna 
neurona consigue por si sola, las redes sociales 
logran lo que una persona no puede hacer en solitario.
James Fowler (politólogo norteamericano 
especialista en redes sociales)


Primero que nada habría que realizar una aclaración. Dado que se usa el término “red social” tanto en el ámbito de la sociología como en el ámbito de la tecnología y, dado que no son lo mismo, unas son estructuras sociales formadas por personas y las otras son herramientas tecnológicas que sirven de soporte a las primeras y, como en este artículo pretendo relacionar ambas, necesito distinguirlas de alguna manera. A las primeras, las redes sociales definidas en la sociología las llamaremos redes sociales reales y a las herramientas, redes sociales digitales, en alusión a que, al fin y al cabo, son programas de ordenador.

Sociedad, redes sociales y tecnología

Como hemos podido observar a lo largo del artículo anterior, las redes sociales existían mucho antes de que se desarrollara la tecnología que ha permitido construir una red de ámbito mundial como es Internet, lo que se ha venido en llamar la sociedad de la información o Castells denomina, en la parte tecnológica del fenómeno, informacionalismo. Se habla tanto de las redes sociales digitales en Internet que parece que ha sido el advenimiento de estas aplicaciones las que han provocado el nacimiento de las redes sociales.

Por tanto a lo largo de la historia han existido grupos sociales y redes sociales acordes con la idiosincrasia de la sociedad en la que se desarrollaron y la información se desplazaba a través de ellas de manera acorde con la tecnología que esa sociedad poseía.

En la antigüedad se comunicaban mediante relaciones cara a cara, o bien - después de la invención de la escritura, del papel y de la imprenta -, por la comunicación escrita, cartas o documentos. Y estas formas de comunicación estuvieron vigentes sin competencia hasta la segunda mitad del siglo XIX, momento histórico en el que se inventa el teléfono.

El teléfono añadió inmediatez, rapidez y tuvo un efecto multiplicador en las redes sociales, facilitando las comunicaciones, pero no supuso una merma efectiva en el uso de la comunicación escrita.

Fue a finales del siglo pasado, con el desarrollo de Internet y de otras redes de comunicación como la telefonía móvil, cuando la comunicación escrita ha sufrido una pérdida radical de importancia. Hoy casi nadie escribe una carta, aunque si sigue existiendo una tendencia e inercia al uso del papel escrito como garante documental.

Las redes sociales se beneficiaron y se benefician del invento del correo electrónico y de los servicios de mensajería electrónica como SMS. Cuando yo era joven había una canción muy de moda que se titulaba “el vídeo mató a la estrella de la radio” creo que la tocaba un conjunto que se llamaba “Buggles”, pues parafraseando dicho título, podemos afirmar que el correo electrónico mató a la estrella de la carta. Ahora hay signos que predicen el fin del correo electrónico pero eso lo veremos en un futuro próximo.

En cuanto al poder de difusión de los SMS – o el más moderno “WhatsApp” - está más que demostrado, se ha podido constatar un poder de convocatoria impresionante en tiempos históricos recientes mediante la fórmula del “pásalo”.

Pero ha sido el desarrollo de las redes sociales digitales cuando se ha dispuesto de herramientas específicas para dar soporte a las redes sociales reales. Hasta ese momento, la correspondencia escrita, el teléfono, el correo electrónico, la mensajería instantánea y las demás herramientas eran tecnologías que permitían una mejora en la comunicación e intercambio de información entre las personas, pero no eran herramientas específicas que permitieran la constitución de una red social. Las redes sociales digitales sí lo permiten, están pensadas para ello y han creado un mercado nuevo a partir de las formas sociales preexistentes. Son, por tanto, una novedad tecnológica y una novedad social.

Las redes sociales digitales y otros productos de Internet han surgido dentro de un movimiento más amplio de productos de software que se ha venido en llamar la “Web 2.0”(1). No se trata de una tecnología concreta sino de un cambio de paradigma en los programas que usan Internet como plataforma. A mediados de la pasada década los programas en Internet pasaron de ser “estáticos”, es decir, dicho de un modo sencillo, el usuario pasó de ser un sujeto paciente que era mero espectador de lo que se le ofrecía en la Red a ser el verdadero protagonista de los servicios que se le ofrecen. Colaborando, calificando, actuando sobre los datos que se manejan.

Esta nueva ola de productos de Internet la forman, entre otras herramientas, los blogs, las wikis, las redes sociales digitales, la sindicación o redifusión de contenidos (2), los servicios de compartición de contenidos multimedia, los “podcasts(3), el “cloud computing(4), y muchas aplicaciones más.

Si a todas estas tecnologías le sumamos el desarrollo de los dispositivos móviles sobre todo los móviles inteligentes o “smartphones” y las “tablets o, como dicen de forma más purista en Latinoamérica, las "tabletas" – que permiten estar conectados permanentemente a Internet estés donde estés – completamos el panorama actual que ha dado el sustrato tecnológico sobre el que se ha producido el extraordinario desarrollo de las redes sociales digitales.

Llegados a este punto vamos a hacer una breve descripción de la estructura del soporte que  tecnologías de redes sociales desarrolladas en Internet ofrecen a los usuarios para crear redes sociales reales. Vamos a estudiar los casos de Facebook, Linkedin, Twitter y Google+, sin entrar en detalle en su manejo o características o sus intenciones de negocio lo que nos llevaría casi un libro y tampoco es que pretenda hacer un manual de usuario, nos quedaremos con su estructura o, si queréis, con su filosofía. 

Facebook
El tipo de relación que propone es la amistad. Es una relación biunívoca, ser amigo de alguien implica que ese alguien es también amigo tuyo. En el grafo de la figura, que representa la estructura de la red Facebook, he representado esta característica con un arco que acaba en flecha en ambos lados.

Haga clic encima para ampliar

Cuando uno es amigo compartes información, fotos, videos y tienen acceso a lo que se denomina el muro – aunque este término parece que está perdiendo fuelle y no se habla tanto de él -. En el muro puedes publicar mensajes a los que tienen acceso por defecto los amigos aunque puedes ampliar el ámbito de publicación a todo el mundo.

Lo curioso de facebook es que puedes calificar todas las aportaciones de tus amigos mediante la función “me gusta”. Esto incentiva la participación de los usuarios. Además del “me gusta” existe la posibilidad de comentar las aportaciones y quedan visibles para el resto de amigos. Este un mecanismo muy potente para incentivar la participación de la gente en la red.

En facebook se puede construir grupos – que podrían dar soporte a un grupo social – pero en la mayoría de los casos se queda en agrupaciones abiertas que comparten algún tema en común, por lo general de materia informal. Muchos de los nombres de los grupos de Facebook son realmente graciosos y se ha construido un microcosmos en torno a dichos nombres en el que se compite por la creación del grupo más original y de nombre más hilarante.

En facebook se pueden construir páginas, parecidas a las páginas Web tradicionales sólo que incrustadas en la estructura general de facebook. Estas páginas están más pensadas para actividades temáticas, más concretas, que se pueden promocionar y parecen más adaptadas a actividades empresariales.

La longitud en caracteres de un mensaje-tipo en facebook es de 450 caracteres por defecto, aunque ampliables, lo que permite una comunicación extensa.

Desde un punto de vista sociológico con la red social digital facebook se pueden crear tanto grupos como redes sociales. La filosofía y el carácter de facebook lleva a que este tipo de redes sociales reales que se crean sean de tipo informal y lúdico. Las funciones de búsqueda de amigos, incluso el propio programa propone candidatos a amigos, son un incentivo más para la participación en la red social real que se va creando en torno a nosotros, permitiendo recuperar amigos cuya relación había quedado cortada o aletargada.

Linkedin

La red Linkedin es muy semejante en su estructura y filosofía a facebook. Comparten el tipo de relación biunívoca, aunque la relación aquí se denomina “contacto”. La principal diferencia es que mientras facebook esta orientada a una actividad informal y lúdica, Linkedin está orientada a una actividad profesional o de negocio.

Linkedin ofrece oportunidades de relación entre profesionales con el fin de promover relaciones de trabajo. Se usa mucho para darse a conocer como profesional y aumentar las posibilidades de encontrar un trabajo, Linkedin ofrece la posibilidad de publicar un curriculum vitae completo y tenerlo visible ante miles de contactos. Y también la usan las empresas para difundir información acerca de ellas mismas y sus productos y extender sus posibilidades de negocio. Linkedin también permite la creación y la participación en grupos de trabajo en los que se discuten acerca de temas de interés a los miembros del grupo.

Las funciones de búsqueda de contactos son muy potentes y el programa propone candidatos automáticamente. También proporciona información acerca del grado de separación - al modo de la teoría de los seis grados de separación - que tienes con otros usuarios de la red, al menos hasta el tercer grado de separación y te informa de los contactos que están entre medias. Por cierto según las investigaciones de James Fowler, experto norteamericano en la investigación de redes sociales, la influencia social a lo largo de la red se desplaza hasta el tercer grado de separación. Así que no creo que sea casualidad que Linkedin haya utilizado este valor.

Desde un punto de vista sociológico Linkedin permite la construcción de grupos y redes sociales. La finalidad de la red social es muy concreta: la actividad profesional. Las funciones que aporta a sus usuarios en este campo son un gran incentivo para la participación en la red.

Twitter

Y llegamos a la que quizás sea la red social digital más particular tanto por la estructura de la relación que soporta, “seguir a”, como por la longitud del mensaje, 140 caracteres. Ambas características le hacen ser muy especial.

El tipo de relación “seguir a” es unívoca, tiene un único sentido como indica el grafo adjunto. Para que se dé una relación biunívoca ambos usuarios deben seguirse mutuamente. Y, al contrario de lo que ocurre con facebook en el que ambos “amigos” tienen que autorizar la relación, uno propone y el otro acepta, en el caso de twitter todos somos soberanos para decidir a quién seguimos. Lo que da origen a toda una política de relaciones con el fin de conseguir el máximo número de seguidores.

Haga clic encima para ampliar


La longitud tan corta del mensaje – denominado en el argot de la red “tweet”, yo prefiero escribir “tuit” -, igual que la de los SMS de la telefonía móvil, hace que se tenga que ser especialmente directo en la redacción de los mismos. Hay que decir mucho en poco espacio para que tengas éxito. Esta estructura está muy integrada en los tiempos en que vivimos de eslóganes publicitarios y en el que el tiempo es oro, de manera que todos somos bastante enemigos de la literatura extensa. La primera consecuencia es que se redactan aforismos cortos y modernos, directos, algunos auténticas obras maestras de concisión y significado. La segunda consecuencia es que, al igual que pasa con los SMS, el lenguaje se moldea, se abrevia, se simplifica de manera anárquica para cumplir con el requisito de los 140 caracteres, y esto no gusta a todo el mundo claro. Normalmente son los jóvenes los que dominan esta neolengua y hace que los adultos nos preocupemos por su alfabetización.

A estas dos características, tipo de relación y longitud del mensaje, se une una tercera que son los “hashtag” o etiquetas que van precedidas del carácter especial “#”. El “hashtag” permite a los usuarios crear temas de discusión de manera muy rápida y eficaz. Por ejemplo, un usuario escribe “estoy harto de trabajar #OdioMiTrabajo”, este usuario está creando un tema de discusión que se denomina #OdioMiTrabajo, si otros usuarios les hace gracia y se apuntan al tema de discusión poniendo en sus mensajes el mismo “hashtag” acabará apareciendo en las estadísticas de la red y el propio programa lo pondrá en un cuadro de honor de “temas del momento” o “trending topics”, con lo cual más gente lo verá y más gente lo usará animada por el éxito.

Estas características hacen que la red Twitter, más que una red social, sea una red de difusión de ideas, de hecho, la Wikipedia la define como “microblogging”. Si a todo esto le sumamos el mecanismo de “Retweet” o “retuit”, por el que un seguidor puede volver a “tuitear” un mensaje a sus propios seguidores, este sentido de difusión se multiplica hasta alcanzar lo que se ha venido en llamar difusión o marketing viral(5).

Haga clic encima para ampliar

Curiosamente aunque sean los muchos niveles de separación a lo largo de la red que tenga la difusión de un retuit, siempre hace referencia al origen del mensaje, al tuitero que lo escribió, no a los nodos intermedios por lo que ha pasado. El retuit es un éxito para el que escribió el tuit original pero también es mayor la responsabilidad. En una difusión tipo "pasalo" de SMS o de "Whatsapp" la autoría, y por tanto la responsabilidad del mensaje, se diluye según se va distribuyendo; en cambio, con un retuit los nodos intermedios no quedan reflejados en ninguna parte con lo que la responsabilidad sigue siendo del autor del tuit original.

Los tuits son de diverso tipo. Hay tuiteros que manifiestan una necesidad un poco exhibicionista por expresar qué están haciendo, dónde están o lo maravillosa que es la puesta de sol que en ese momento están admirando desde el incomparable marco de una playa caribeña. Otros son conversaciones entre uno o varios tuiteros. Hay quien envía mensajes de autopromoción o de marketing. Otros comentan noticias o las difunden a una velocidad de vértigo, los propios medios de comunicación disponen de métodos de conexión con Twitter para publicar noticias. A veces lo que hacen los tuiteros me recuerda a lo que hacían antes los radioaficionados dando noticias en situaciones de emergencia como aquel tuitero de Lorca durante el terremoto. Otros expresan opiniones o hacen comunicados.

De esta forma Twitter esta presente en los acontecimientos políticos y sociales, condenando o aclamando actitudes o acciones de políticos, artistas, gobiernos u oposiciones. Un tuit inconveniente o impopular puede provocar una reacción en cadena en contra en pocos minutos. Durante la crisis de Egipto, un cantante español hizo un comentario poco afortunado en la red, veinte minutos después estaba en la primera página de la versión digital de El País, no es una exageración, yo fui testigo. Es por esta razón por la que se están creando un nuevo tipo de consultores o asesores para que personalidades o instituciones no metan la pata en estos menesteres. 

En la misma línea, está naciendo una constelación de productos de software que se dedican a la escucha contínua de las redes sociales -especialmente Twitter -, de esta manera, se sigue la opinión del "pueblo digital" desde los gabinetes de empresas, instituciones políticas y personas públicas. Supongo que el cantante al que hacía referencia antes ha contratado estos servicios o ha dejado de utilizar Twitter.

Twitter ha estado presente, por poner un ejemplo muy citado, en las revoluciones de la primera árabe o en la elección del Presidente Obama quién hizo un uso muy inteligente de esta plataforma para promocionar su candidatura. Y entre sus enemigos militan muchos gobiernos dictatoriales y no tan dictatoriales.

Para mi Twitter representa el último escalón de libertad en un mundo en que los medios de comunicación – incluso los que pasan por ser más respetables o independientes – están muy mediatizados por el poder y las élites económicas. Por el contrario hay que admitir que muchas noticias que corren por Twitter son bulos, rumores o no tienen rigor. Pero ahí esta nuestro criterio y el uso de nuestra libertad personal, para entender, comprender y actuar, según nuestra conciencia, en la difusión de ideas.

Google+
Google+ o Google plus ha sido la última en llegar. Eso tiene ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es que han podido incorporar las estructuras de información y las estructuras relacionales que han tenido éxito en las redes sociales digitales que la precedieron. El principal inconveniente es que tiene que hacerse hueco en un mercado copado por esas herramientas que ya llevan tiempo en funcionamiento. De hecho, a pesar del inmenso poder económico y de convocatoria de Google no perece haberlo conseguido, no parece haber salido de cierta marginalidad.

El tipo de relación tiene dos niveles, el primer nivel es el hecho de establecer una relación entre dos miembros de la red. En este caso se parecería al sistema de Facebook, un usuario solicita y el otro concede la amistad o la deniega. En un segundo nivel califica el tipo de relación mediante el muy interesante concepto de “círculo”.

Para entender los que son los círculos sólo hay que darse cuenta de que no todas las relaciones que mantenemos son iguales, unas personas nos son más próximas que otras, tenemos un círculo de familiares, un círculo de amigos  y un círculo de conocidos.

Así que una vez establecida la relación puedes colocar al otro en cualquiera de estos círculos. El otro sabe que tiene una relación contigo pero no sabe a que círculo le has asignado. Eso está muy bien porque hay gente que puede ofenderse si se considera amigo y para ti solo es un conocido. Por supuesto el usuario puede establecer otros círculos como “trabajo” o “estudios” o lo que él quiera, “Regimiento de Artillería de Campaña nº 14” por poner un ejemplo. Es una fórmula de mayor contenido semántico que las empleadas en redes anteriores.

Haga clic encima para ampliar

Otra novedad son las quedadas o “hangouts” que son salas para facilitar conversaciones de grupo que pueden incorporar imágenes de video (videochat). El número máximo de personas que pueden participar en uno de estos videochats es de diez. Otra característica importante de Google+ es que está muy integrada con otros productos de Google como el Blogger o el motor de búsqueda.

Podemos afirmar desde un punto de vista sociológico que con Google+ se pueden construir grupos sociales, el mecanismo de los círculos parece muy apto para ello, y  por supuesto, se pueden crear redes sociales.

y para terminar….

El mundo de las redes sociales digitales ha llegado para quedarse. Puede que estos nombres comerciales cambien con el tiempo pero este tipo herramientas seguirán formando parte de nuestras vidas cada vez con más presencia. Esto plantea muchas cuestiones  muy importantes como la protección de datos, la intimidad de las personas, la libertad individual, la censura y muchas más que no se pueden tocar en un único artículo de este modesto blog. A lo mejor en el futuro próximo volveremos a hablar de redes sociales, es un tema apasionante.

Hace poco vi un capítulo de una serie futurista de la tele que, desde la ficción, trataban todos estos asuntos de forma sutil. La serie es “Black mirror”. En aquel capítulo las personas vivían en una suerte de burbuja digital de la que no podían escapar. Estaban inmersas en una especie de herramienta digital  que mezclaba las características de los canales de televisión basura con las de redes sociales, pero estaban atrapadas, sin libertad de salir de ese mundo irreal gobernado por las audiencias y los “me gusta”. Espero que no vayamos por ahí.

Juan Carlos Barajas Martínez
Informático y ... sociólogo


Informe de la sociedad de la información 2012 de la Fundación Telefónica




Notas:

(1) Más info sobre web 2.0 pulse aquí
(2) Más información sobre sindicación de contenidos pulse aquí
(3) Más información sobre podcasts pulse aquí
(4) Más información sobre cloud computing pulse aquí
(5) Más información sobre marketing viral pulse aquí



Licencia Creative Commons
Andamos muy enredados II. Las redes sociales digitales por Juan Carlos Barajas Martínez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

Andamos muy enredados

Los grupos y redes sociales desde la sociología

Este artículo es una descripción, lo más amena y asequible posible, de lo que la teoría sociológica ha aportado al estudio de los grupos y redes sociales y su conexión con las redes sociales digitales. Las redes sociales han existido siempre, Internet y su tecnología no las han inventado pero han tenido un efecto multiplicador sobre ellas. Hay una segunda parte de este artículo que trata sobre cómo las redes sociales se han beneficiado de la tecnología imperante en cada momento hasta llegar a las redes sociales digitales




 
Me fastidia que clausuren una serie de televisión cuando me gusta. La última vez que me pasó fue con la serie norteamericana “Rubicón(1). Era ésta una magnífica serie de espías, pero no de espías tipo de James Bond sino de espías de lupa y fotografía, de consulta de archivos, de interpretación de hechos. Se trataba de una institución de investigación de ciencia política presuntamente independiente, aparentemente ajena a la CIA y a toda actividad de espionaje, pero en realidad aconsejaba a las fuerzas de seguridad norteamericana cuando realizar operaciones de guerra sucia contra movimientos terroristas internacionales o Estados díscolos a los ojos del gobierno de los Estados Unidos.

Lo más curioso de la trama es que, de manera casual, un equipo de analistas descubría un complot político al más alto nivel para llevar a los Estados Unidos a una guerra contra Irán que satisfacía los intereses de un grupo social reducido compuesto por hombres de negocios, políticos, banqueros que se conocía desde los tiempos en que eran unos adolescentes, alumnos de un colegio de élite. El director de esta agencia paralela de inteligencia pertenecía al grupo. El grupo social conspirador usaba una red social más amplia formada por periodistas, senadores, militares entre otros para realizar todo tipo de acciones, desde el tráfico de influencias y hasta el soborno o el intercambio de información privilegiada o secreta, con el fin de llevar a su país una guerra que satisfacía sus intereses económicos. Una lástima que sólo permaneciera una temporada en pantalla.

El hecho de que el objetivo fuera Irán todavía le daba mayor realismo a la serie. Todos hemos leído las noticias sobre las intenciones de Estados Unidos e Israel, sólo paradas – aparentemente - por las tendencias más pacifistas del presidente Obama en comparación con administraciones anteriores.

Esta serie de televisión describía muy bien el funcionamiento de los grupos sociales y de las redes sociales en las élites norteamericanas. El lector podría argumentar que se trata de teorías de la conspiración sin fundamento y, si, se trata de teorías de la conspiración, y por tanto hay que ponerlas en el estante de la duda, pero no sin fundamento.

La clase corporativa se puede definir como un grupo de personas que ocupan posiciones clave de autoridad en las principales corporaciones. Forman una red de asociaciones que crean un tejido interpersonal de relaciones. Llamamos clase al grupo porque tiene intereses económicos comunes y los medios para dominar la economía y el sistema político (2). Suelen ser miembros de clubes sociales, frecuentan los mismos centros de vacaciones, han ido a las mismas universidades, han pertenecido a las famosas fraternidades que se denominan con letras del alfabeto griego y envían a sus hijos a las mismas escuelas preparatorias exclusivas. Y no son tantos, debido a la concentración accionarial (3) son solo unas 3.500 personas las que ejercen autoridad formal sobre la mitad de las acciones corporativas que hay en el país más poderoso de la Tierra. Y si no son tantos, ¿es muy descabellado pensar que pueden ponerse de acuerdo en sus estrategias?.

Grupo social,  red social y su dinámica  son conceptos muy conocidos y estudiados tanto en la sociología como en la psicología social (4). Un grupo social podría definirse como un conjunto de personas en el que cada una de las cuales cuenta con una identidad reconocida por el resto y mantiene una relación o vínculo entre sí. Todos los seres humanos formamos parte de diferentes grupos de muy distinta naturaleza, características y extensión o tamaño. Incluso podemos tener una visión de la estructura de una sociedad en base a los grupos que la conforman, de manera que ésta está formada por una tupida red de grupos sociales en la que los individuos se encuentran implicados en diferente grado.

El sociólogo norteamericano Charles H. Cooley distinguía entre grupos primarios y secundarios. Los grupos primarios se distinguen por ser de tamaño pequeño, lo que posibilita relaciones cara a cara entre sus miembros, que implican conocimiento mutuo e intimidad. Estos grupos tienen conciencia grupal, distinguen entre los miembros del grupo, lo que se denomina intragrupo, es decir, “nosotros”, del resto de la humanidad, el exogrupo, “los demás”. El grupo proporciona a sus miembros gratificaciones personales y emocionales.

Este tipo de grupos cumplen funciones sociales fundamentales como la socialización de los individuos (5), el control social o el estímulo para el desempeño de los roles sociales de los miembros (6). Ejemplos típicos de estos grupos sería un matrimonio o una familia nuclear o grupo de amigos y, por supuesto, podría aplicarse la definición a un grupo de colegas desde la infancia, que ocupa puestos importantes en las empresas y en la administración y que se dedica a perseguir sus intereses como el grupo ficticio de la serie “Rubicón”.

Los grupos secundarios, según Cooley, serían de tamaño grande, con relaciones formalizadas, impersonales, con vínculos contractuales, no permanentes y no necesariamente formadas por vínculos estrechos e íntimos. Un buen ejemplo de grupo secundario sería una empresa. Fijaos en que, según Cooley, las relaciones no tienen que ser permanentes pero, en cambio, el grupo si tiene vocación de permanencia.

Las redes sociales en cambio, ya son otra cosa. Formalmente una red social es un entramado de vínculos sociales que une, temporal o superficialmente, a distintas personas entre sí. No implica relaciones estrechas o permanentes entre la personas, en eso son iguales  a los grupos secundarios de Cooley, pero las redes son más porosas o difusas que los grupos pues sus límites no están bien definidos y tampoco se reclama a sus miembros que cultiven un sentimiento de lealtad o pertenencia. Mientras el grupo – como un círculo de amigos, por ejemplo – suele estar orientado hacia adentro, una red social sirve para conectarse hacia el exterior.

En algunas redes sociales los contactos entre sus componentes son regulares, suele pasar entre compañeros de estudio o de profesión. Son redes amplias que no llegan al grado de compromiso de los grupos. Los vínculos que unen a las personas en las redes sociales pueden ser débiles, pero pueden ser importantes para ellas. Por las redes sociales circula información útil, información acerca de trabajos por poner un ejemplo o se pueden establecer influencias o contactos políticos.

Normalmente en estos ámbitos existe un núcleo duro, que es el grupo social, formado por relaciones más fuertes e íntimas y que se amplia con una red social externa al grupo, formada por otros grupos y personas interesadas en los mismos asuntos.

Algunas redes agrupan a personas de mayor poder o prestigio social que otras. Por eso, si alguien forma parte de esas redes se dice que tiene “buenos contactos”. Si la red es extensa las posibilidades de obtener algún beneficio son mayores. Los estudios de Marsden y de Moore en los años ’90 revelaron – antes de que se inventara la tecnología actual de redes sociales en Internet - que las redes sociales  más extensas están formadas por jóvenes profesionales con alto nivel de estudios y que viven en centros urbanos.

Podemos representar tanto los grupos sociales como las redes sociales mediante grafos (7), en las que cada nodo es una persona y los arcos marcan las relaciones entre personas. Como se puede apreciar en la figura, los grupos primarios tienen relación entre todos sus miembros pero en las redes no.






Las relaciones de una red social se crean en algún momento de la vida de las personas, pueden deshacerse por múltiples circunstancias o permanecer latentes y volverse a activar por múltiples causas. Es muy importante entender que para que la red social se active debe existir algún tipo de incentivo  para las personas que la conforman. Les debe interesar de alguna forma que la red exista, debe haber algo interesante para ellas pues de lo contrario las redes mueren, no ocurre eso en los grupos ya que sus vínculos son mucho más fuertes.

En el artículo “Yo, Rafael, Gastón, León… y ¡Oh Dios!, Hitler” ya hablamos de las redes sociales. Discutimos acerca de la teoría de los seis grados de separación o “del mundo es un pañuelo”. Formulada por primera vez por el escritor húngaro Frigyes Karinthy, fue recogida por sociólogo norteamericano Duncan Watts en su libro “Six degrees: the science of a connected age”. Dicha teoría sostiene que todas las personas de nuestro mundo están conectadas por una inmensa red de relaciones, de manera que, entre una persona cualquiera “A” y otra persona cualquiera “B” sólo hay 5 intermediarios, lo que supone 6 tramos, rangos o grados de separación entre ellas. La figura ilustra esta propiedad.



En realidad lo que hace la teoría es considerar a toda la humanidad como una red social relacionada por el vínculo “A conoce a B”, vínculo biunívoco pues necesariamente también  “B debe conocer a A”. Como teoría, no está demostrada, pero se acumulan muchas evidencias de su veracidad o, por lo menos, de que es plausible, de eso tratamos en dicho artículo.

Y si hablamos de una sociedad global organizada en red, hay que citar al gran sociólogo español Manuel Castells que ha desarrollado el concepto de “sociedad red”. Para Castells la sociedad en red es una estructura social constituida por redes de información propulsada por las tecnologías de la información que pertenecen al paradigma de lo que él denomina el “informacionalismo(8).

El que una red exista puede ser  independiente de la voluntad de los que forman parte de ella. Ahora bien, como decíamos en párrafos anteriores, el que la red se active y se establezca una comunicación entre A y B, separados entre sí,  sí depende de la voluntad de cada uno de los nodos intermedios y éstos necesitan algún tipo de incentivo para pasar el testigo al siguiente nodo. Ese incentivo puede ser un interés profesional común, un correo electrónico gracioso o un pásalo de SMS para protestar contra un gobierno opresor.

Como hemos podido observar a lo largo del artículo, las redes sociales existían mucho antes de que se desarrollara la tecnología que ha permitido construir una red de ámbito mundial como es Internet – el informacionalismo de Castells -, han existido desde que el hombre es hombre, pues nuestra especie es esencialmente social, vive en sociedad y construye estructuras sociales de forma natural. Se habla tanto de las redes sociales en Internet que parece que ha sido el advenimiento de estas aplicaciones las que han provocado el nacimiento de las redes sociales. El sustrato relacional existía, pero la sociedad de la información ha proporcionado unas herramientas que han activado como nunca antes las comunicaciones interpersonales, creando además los incentivos suficientes como para que la gente las utilice de forma masiva y, a veces, compulsiva.

Cuando estás herramientas se crean gracias a las distintas plataformas existentes – Facebook, Twitter, Linkedin, etc – las redes se desarrollan a escala global en muy poco tiempo. Yo mismo soy usuario de estas tres redes, he recuperado amigos del cole, de la mili, me comunico regularmente con un amigo que vive en China y veo las fotos de su familia, tengo contactos con miembros de los clubes de Star Trek de Venezuela, o clubes de Tintin franceses, tengo lectores de mi blog en Albania o en Mountain View, en California (9) y, a través de la red profesional Linkedin, estoy a dos grados de separación – a día de hoy - de 2.116.263 personas repartidas por este mundo cada vez más pequeño. Es maravilloso.


Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo e… informático

Este artículo se continua en Estamos muy enredados II. Las redes sociales digitales

Notas:

(1)    “Rubicón” es una serie de televisión norteamericana de la magnífica productora de televisión AMC. El argumento trata de un analista de una institución de investigación de ciencia política y relaciones internacionales de Nueva York llamada “American Policy Insitute” que descubre que está trabajando en realidad para una sociedad secreta que manipula acontecimientos mundiales en su propio beneficio. Para más información pulsad aquí

(2)    Existe una gran porosidad y complicidad entre el mundo político y el mundo de las finanzas. Y no sólo en los Estados Unidos. A este respecto es muy interesante el artículo del profesor Geoffrie Geuens de la Universidad de Lieja en “Le Monde Diplomatique”, titulado “Los mercados tienen nombre y apellidos”. En este artículo se cuenta de dónde vienen al ser nombrados y en dónde se retiran después de ser cesados muchos cargos políticos europeos. El artículo termina con la frase lapidaria: “Las finanzas tienen rostros: se los puede ver desde hace mucho tiempo en los pasillos del poder”. Si os interesa el artículo pulsad aquí

(3)    En Estados Unidos hay cerca de 202.000 corporaciones industriales, pero casi el 75% del total de las acciones corporativas está en manos de 100 corporaciones. Hay 12.345 bancos comerciales, pero sólo 10 tienen la mitad de las acciones de la banca. De todas las corporaciones sólo cerca de 3.500 personas (presidentes y miembros de los Consejos de Administración) ejercen autoridad formal sobre la mitad de todas acciones corporativas que hay en el país.
(4)    Existen numerosas aportaciones al estudio de los grupos sociales, desde la psicología social son interesantes las investigaciones de Asch, Milgram o Stouffer. Desde la sociología, son interesantes las aportaciones del sociólogo alemán Georg Simmel y sus estudios del comportamiento de los grupos en función del número de miembros o los estudios de Elton Mayo en grupos de trabajo. A este respecto ver Macionis y Plummer págs. desde la 178 hasta la 190.
(5)    En sociología y psicología, la socialización es el proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una sociedad o cultura aprenden e interiorizan un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad.
(6)    En sociología por rol social se entiende los distintos papeles sociales que se pueden desempeñar en una sociedad. Por ejemplo el rol de madre, de maestro, de juez, de hijo, de médico, de estudiante, etc. El numero de roles que se desempeñan es muy numeroso. Cada rol social implica determinadas formas de comportarse y de actuar y todo el mundo espera que los individuos se adapten a las características de sus roles. Cada persona desempeña varios roles con distintos comportamientos en distintos contextos, así el profesor de universidad desempeña también el rol de padre o de esposo en su hogar o de hincha en el estadio de fútbol.
(7)    En matemáticas y ciencias de la computación, un grafo (del griego grafos: dibujo, imagen) es un conjunto de objetos llamados vértices o nodos unidos por enlaces llamados aristas o arcos, que permiten representar relaciones binarias entre elementos de un conjunto. Son objeto de estudio de la teoría de grafos. Desde un punto de vista práctico, los grafos permiten estudiar las interrelaciones entre unidades que interactúan unas con otras. Por ejemplo, una red de computadoras puede representarse y estudiarse mediante un grafo, en el cual los vértices representan terminales y las aristas representan conexiones (las cuales, a su vez, pueden ser cables o conexiones inalámbricas). Prácticamente cualquier problema puede representarse mediante un grafo, y su estudio trasciende a las diversas áreas de las ciencias exactas y las ciencias sociales.
(8)    “Informacionalismo y sociedad en red” de Manuel Castells. El informacionalismo es un paradigma tecnológico. Concierne a la tecnología, no a la organización social ni a las instituciones. El informacionalismo proporciona la base para un determinado tipo de estructura social que Catells denomina la 'sociedad red'. Sin el informacionalismo, la sociedad red no podría existir, pero esta nueva estructura social no es producto del informacionalismo, sino de un patrón más amplio de evolución social. Sobre los fundamentos del informacionalismo, la sociedad red surge y se expande por todo el planeta como la forma dominante de organización social de nuestra época. La sociedad red es una estructura social hecha de redes de información propulsada por las tecnologías de la información características del paradigma informacionalista. Por estructura social se entiende las disposiciones organizativas de los seres humanos en las relaciones de producción, consumo, experiencia y poder, tal como se expresan en la interacción significativa enmarcada por la cultura. Las redes sociales son tan antiguas como la propia humanidad, pero han cobrado nueva vida bajo el informacionalismo porque las nuevas tecnologías realzan la flexibilidad inherente a las redes, al tiempo que solucionan los problemas de coordinación y gobierno que, a lo largo de la historia, lastraban a las redes en su competencia con las organizaciones jerárquicas. Las redes distribuyen el rendimiento y comparten la toma de decisiones en los nodos de la red según un modelo interactivo.
(9)    Los blogs no son redes sociales, son más bien un mecanismo de difusión cultural y de información como los libros o los periódicos. Pero ya que estábamos, me he venido arriba y así presumo de lectores en lugares lejanos.



Bibliografía

Sociología
John J. Mancionis y Ken Plummer
Pearson Prentice Hall
Madrid 2005

La explicación sociológica: Una introducción a la sociología
José Félix Tezanos
UNED
2ª Edición Madrid 1998

Estratificación Social y Desigualdad
Harold R. Kerbo
McGraw Hill
5ª edición
Madrid 2003

La Sociedad Red
Manuel Castells
Alianza Editorial
2ª edición Madrid 2000




Licencia Creative Commons