Me fastidia que clausuren una serie de televisión cuando me gusta. La última vez que me pasó fue con la serie norteamericana “Rubicón” (1). Era ésta una magnífica serie de espías, pero no de espías tipo de James Bond sino de espías de lupa y fotografía, de consulta de archivos, de interpretación de hechos. Se trataba de una institución de investigación de ciencia política presuntamente independiente, aparentemente ajena a la CIA y a toda actividad de espionaje, pero en realidad aconsejaba a las fuerzas de seguridad norteamericana cuando realizar operaciones de guerra sucia contra movimientos terroristas internacionales o Estados díscolos a los ojos del gobierno de los Estados Unidos.
Lo más curioso de la trama es que, de manera casual, un equipo de analistas descubría un complot político al más alto nivel para llevar a los Estados Unidos a una guerra contra Irán que satisfacía los intereses de un grupo social reducido compuesto por hombres de negocios, políticos, banqueros que se conocía desde los tiempos en que eran unos adolescentes, alumnos de un colegio de élite. El director de esta agencia paralela de inteligencia pertenecía al grupo. El grupo social conspirador usaba una red social más amplia formada por periodistas, senadores, militares entre otros para realizar todo tipo de acciones, desde el tráfico de influencias y hasta el soborno o el intercambio de información privilegiada o secreta, con el fin de llevar a su país una guerra que satisfacía sus intereses económicos. Una lástima que sólo permaneciera una temporada en pantalla.
El hecho de que el objetivo fuera Irán todavía le daba mayor realismo a la serie. Todos hemos leído las noticias sobre las intenciones de Estados Unidos e Israel, sólo paradas – aparentemente - por las tendencias más pacifistas del presidente Obama en comparación con administraciones anteriores.
Esta serie de televisión describía muy bien el funcionamiento de los grupos sociales y de las redes sociales en las élites norteamericanas. El lector podría argumentar que se trata de teorías de la conspiración sin fundamento y, si, se trata de teorías de la conspiración, y por tanto hay que ponerlas en el estante de la duda, pero no sin fundamento.
La clase corporativa se puede definir como un grupo de personas que ocupan posiciones clave de autoridad en las principales corporaciones. Forman una red de asociaciones que crean un tejido interpersonal de relaciones. Llamamos clase al grupo porque tiene intereses económicos comunes y los medios para dominar la economía y el sistema político (2). Suelen ser miembros de clubes sociales, frecuentan los mismos centros de vacaciones, han ido a las mismas universidades, han pertenecido a las famosas fraternidades que se denominan con letras del alfabeto griego y envían a sus hijos a las mismas escuelas preparatorias exclusivas. Y no son tantos, debido a la concentración accionarial (3) son solo unas 3.500 personas las que ejercen autoridad formal sobre la mitad de las acciones corporativas que hay en el país más poderoso de la Tierra. Y si no son tantos, ¿es muy descabellado pensar que pueden ponerse de acuerdo en sus estrategias?.
Grupo social, red social y su dinámica son conceptos muy conocidos y estudiados tanto en la sociología como en la psicología social (4). Un grupo social podría definirse como un conjunto de personas en el que cada una de las cuales cuenta con una identidad reconocida por el resto y mantiene una relación o vínculo entre sí. Todos los seres humanos formamos parte de diferentes grupos de muy distinta naturaleza, características y extensión o tamaño. Incluso podemos tener una visión de la estructura de una sociedad en base a los grupos que la conforman, de manera que ésta está formada por una tupida red de grupos sociales en la que los individuos se encuentran implicados en diferente grado.
El sociólogo norteamericano Charles H. Cooley distinguía entre grupos primarios y secundarios. Los grupos primarios se distinguen por ser de tamaño pequeño, lo que posibilita relaciones cara a cara entre sus miembros, que implican conocimiento mutuo e intimidad. Estos grupos tienen conciencia grupal, distinguen entre los miembros del grupo, lo que se denomina intragrupo, es decir, “nosotros”, del resto de la humanidad, el exogrupo, “los demás”. El grupo proporciona a sus miembros gratificaciones personales y emocionales.
Este tipo de grupos cumplen funciones sociales fundamentales como la socialización de los individuos (5), el control social o el estímulo para el desempeño de los roles sociales de los miembros (6). Ejemplos típicos de estos grupos sería un matrimonio o una familia nuclear o grupo de amigos y, por supuesto, podría aplicarse la definición a un grupo de colegas desde la infancia, que ocupa puestos importantes en las empresas y en la administración y que se dedica a perseguir sus intereses como el grupo ficticio de la serie “Rubicón”.
Los grupos secundarios, según Cooley, serían de tamaño grande, con relaciones formalizadas, impersonales, con vínculos contractuales, no permanentes y no necesariamente formadas por vínculos estrechos e íntimos. Un buen ejemplo de grupo secundario sería una empresa. Fijaos en que, según Cooley, las relaciones no tienen que ser permanentes pero, en cambio, el grupo si tiene vocación de permanencia.
Las redes sociales en cambio, ya son otra cosa. Formalmente una red social es un entramado de vínculos sociales que une, temporal o superficialmente, a distintas personas entre sí. No implica relaciones estrechas o permanentes entre la personas, en eso son iguales a los grupos secundarios de Cooley, pero las redes son más porosas o difusas que los grupos pues sus límites no están bien definidos y tampoco se reclama a sus miembros que cultiven un sentimiento de lealtad o pertenencia. Mientras el grupo – como un círculo de amigos, por ejemplo – suele estar orientado hacia adentro, una red social sirve para conectarse hacia el exterior.
En algunas redes sociales los contactos entre sus componentes son regulares, suele pasar entre compañeros de estudio o de profesión. Son redes amplias que no llegan al grado de compromiso de los grupos. Los vínculos que unen a las personas en las redes sociales pueden ser débiles, pero pueden ser importantes para ellas. Por las redes sociales circula información útil, información acerca de trabajos por poner un ejemplo o se pueden establecer influencias o contactos políticos.
Normalmente en estos ámbitos existe un núcleo duro, que es el grupo social, formado por relaciones más fuertes e íntimas y que se amplia con una red social externa al grupo, formada por otros grupos y personas interesadas en los mismos asuntos.
Algunas redes agrupan a personas de mayor poder o prestigio social que otras. Por eso, si alguien forma parte de esas redes se dice que tiene “buenos contactos”. Si la red es extensa las posibilidades de obtener algún beneficio son mayores. Los estudios de Marsden y de Moore en los años ’90 revelaron – antes de que se inventara la tecnología actual de redes sociales en Internet - que las redes sociales más extensas están formadas por jóvenes profesionales con alto nivel de estudios y que viven en centros urbanos.
Podemos representar tanto los grupos sociales como las redes sociales mediante grafos (7), en las que cada nodo es una persona y los arcos marcan las relaciones entre personas. Como se puede apreciar en la figura, los grupos primarios tienen relación entre todos sus miembros pero en las redes no.
Las relaciones de una red social se crean en algún momento de la vida de las personas, pueden deshacerse por múltiples circunstancias o permanecer latentes y volverse a activar por múltiples causas. Es muy importante entender que para que la red social se active debe existir algún tipo de incentivo para las personas que la conforman. Les debe interesar de alguna forma que la red exista, debe haber algo interesante para ellas pues de lo contrario las redes mueren, no ocurre eso en los grupos ya que sus vínculos son mucho más fuertes.
En el artículo “Yo, Rafael, Gastón, León… y ¡Oh Dios!, Hitler” ya hablamos de las redes sociales. Discutimos acerca de la teoría de los seis grados de separación o “del mundo es un pañuelo”. Formulada por primera vez por el escritor húngaro Frigyes Karinthy, fue recogida por sociólogo norteamericano Duncan Watts en su libro “Six degrees: the science of a connected age”. Dicha teoría sostiene que todas las personas de nuestro mundo están conectadas por una inmensa red de relaciones, de manera que, entre una persona cualquiera “A” y otra persona cualquiera “B” sólo hay 5 intermediarios, lo que supone 6 tramos, rangos o grados de separación entre ellas. La figura ilustra esta propiedad.
En el artículo “Yo, Rafael, Gastón, León… y ¡Oh Dios!, Hitler” ya hablamos de las redes sociales. Discutimos acerca de la teoría de los seis grados de separación o “del mundo es un pañuelo”. Formulada por primera vez por el escritor húngaro Frigyes Karinthy, fue recogida por sociólogo norteamericano Duncan Watts en su libro “Six degrees: the science of a connected age”. Dicha teoría sostiene que todas las personas de nuestro mundo están conectadas por una inmensa red de relaciones, de manera que, entre una persona cualquiera “A” y otra persona cualquiera “B” sólo hay 5 intermediarios, lo que supone 6 tramos, rangos o grados de separación entre ellas. La figura ilustra esta propiedad.
En realidad lo que hace la teoría es considerar a toda la humanidad como una red social relacionada por el vínculo “A conoce a B”, vínculo biunívoco pues necesariamente también “B debe conocer a A”. Como teoría, no está demostrada, pero se acumulan muchas evidencias de su veracidad o, por lo menos, de que es plausible, de eso tratamos en dicho artículo.
Y si hablamos de una sociedad global organizada en red, hay que citar al gran sociólogo español Manuel Castells que ha desarrollado el concepto de “sociedad red”. Para Castells la sociedad en red es una estructura social constituida por redes de información propulsada por las tecnologías de la información que pertenecen al paradigma de lo que él denomina el “informacionalismo” (8).
El que una red exista puede ser independiente de la voluntad de los que forman parte de ella. Ahora bien, como decíamos en párrafos anteriores, el que la red se active y se establezca una comunicación entre A y B, separados entre sí, sí depende de la voluntad de cada uno de los nodos intermedios y éstos necesitan algún tipo de incentivo para pasar el testigo al siguiente nodo. Ese incentivo puede ser un interés profesional común, un correo electrónico gracioso o un pásalo de SMS para protestar contra un gobierno opresor.
Como hemos podido observar a lo largo del artículo, las redes sociales existían mucho antes de que se desarrollara la tecnología que ha permitido construir una red de ámbito mundial como es Internet – el informacionalismo de Castells -, han existido desde que el hombre es hombre, pues nuestra especie es esencialmente social, vive en sociedad y construye estructuras sociales de forma natural. Se habla tanto de las redes sociales en Internet que parece que ha sido el advenimiento de estas aplicaciones las que han provocado el nacimiento de las redes sociales. El sustrato relacional existía, pero la sociedad de la información ha proporcionado unas herramientas que han activado como nunca antes las comunicaciones interpersonales, creando además los incentivos suficientes como para que la gente las utilice de forma masiva y, a veces, compulsiva.
Cuando estás herramientas se crean gracias a las distintas plataformas existentes – Facebook, Twitter, Linkedin, etc – las redes se desarrollan a escala global en muy poco tiempo. Yo mismo soy usuario de estas tres redes, he recuperado amigos del cole, de la mili, me comunico regularmente con un amigo que vive en China y veo las fotos de su familia, tengo contactos con miembros de los clubes de Star Trek de Venezuela, o clubes de Tintin franceses, tengo lectores de mi blog en Albania o en Mountain View, en California (9) y, a través de la red profesional Linkedin, estoy a dos grados de separación – a día de hoy - de 2.116.263 personas repartidas por este mundo cada vez más pequeño. Es maravilloso.
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo e… informático
Este artículo se continua en Estamos muy enredados II. Las redes sociales digitales
Notas:
(1) “Rubicón” es una serie de televisión norteamericana de la magnífica productora de televisión AMC. El argumento trata de un analista de una institución de investigación de ciencia política y relaciones internacionales de Nueva York llamada “American Policy Insitute” que descubre que está trabajando en realidad para una sociedad secreta que manipula acontecimientos mundiales en su propio beneficio. Para más información pulsad aquí
(2) Existe una gran porosidad y complicidad entre el mundo político y el mundo de las finanzas. Y no sólo en los Estados Unidos. A este respecto es muy interesante el artículo del profesor Geoffrie Geuens de la Universidad de Lieja en “Le Monde Diplomatique”, titulado “Los mercados tienen nombre y apellidos”. En este artículo se cuenta de dónde vienen al ser nombrados y en dónde se retiran después de ser cesados muchos cargos políticos europeos. El artículo termina con la frase lapidaria: “Las finanzas tienen rostros: se los puede ver desde hace mucho tiempo en los pasillos del poder”. Si os interesa el artículo pulsad aquí
(3) En Estados Unidos hay cerca de 202.000 corporaciones industriales, pero casi el 75% del total de las acciones corporativas está en manos de 100 corporaciones. Hay 12.345 bancos comerciales, pero sólo 10 tienen la mitad de las acciones de la banca. De todas las corporaciones sólo cerca de 3.500 personas (presidentes y miembros de los Consejos de Administración) ejercen autoridad formal sobre la mitad de todas acciones corporativas que hay en el país.
(4) Existen numerosas aportaciones al estudio de los grupos sociales, desde la psicología social son interesantes las investigaciones de Asch, Milgram o Stouffer. Desde la sociología, son interesantes las aportaciones del sociólogo alemán Georg Simmel y sus estudios del comportamiento de los grupos en función del número de miembros o los estudios de Elton Mayo en grupos de trabajo. A este respecto ver Macionis y Plummer págs. desde la 178 hasta la 190.
(5) En sociología y psicología, la socialización es el proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una sociedad o cultura aprenden e interiorizan un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad.
(6) En sociología por rol social se entiende los distintos papeles sociales que se pueden desempeñar en una sociedad. Por ejemplo el rol de madre, de maestro, de juez, de hijo, de médico, de estudiante, etc. El numero de roles que se desempeñan es muy numeroso. Cada rol social implica determinadas formas de comportarse y de actuar y todo el mundo espera que los individuos se adapten a las características de sus roles. Cada persona desempeña varios roles con distintos comportamientos en distintos contextos, así el profesor de universidad desempeña también el rol de padre o de esposo en su hogar o de hincha en el estadio de fútbol.
(7) En matemáticas y ciencias de la computación, un grafo (del griego grafos: dibujo, imagen) es un conjunto de objetos llamados vértices o nodos unidos por enlaces llamados aristas o arcos, que permiten representar relaciones binarias entre elementos de un conjunto. Son objeto de estudio de la teoría de grafos. Desde un punto de vista práctico, los grafos permiten estudiar las interrelaciones entre unidades que interactúan unas con otras. Por ejemplo, una red de computadoras puede representarse y estudiarse mediante un grafo, en el cual los vértices representan terminales y las aristas representan conexiones (las cuales, a su vez, pueden ser cables o conexiones inalámbricas). Prácticamente cualquier problema puede representarse mediante un grafo, y su estudio trasciende a las diversas áreas de las ciencias exactas y las ciencias sociales.
(8) “Informacionalismo y sociedad en red” de Manuel Castells. El informacionalismo es un paradigma tecnológico. Concierne a la tecnología, no a la organización social ni a las instituciones. El informacionalismo proporciona la base para un determinado tipo de estructura social que Catells denomina la 'sociedad red'. Sin el informacionalismo, la sociedad red no podría existir, pero esta nueva estructura social no es producto del informacionalismo, sino de un patrón más amplio de evolución social. Sobre los fundamentos del informacionalismo, la sociedad red surge y se expande por todo el planeta como la forma dominante de organización social de nuestra época. La sociedad red es una estructura social hecha de redes de información propulsada por las tecnologías de la información características del paradigma informacionalista. Por estructura social se entiende las disposiciones organizativas de los seres humanos en las relaciones de producción, consumo, experiencia y poder, tal como se expresan en la interacción significativa enmarcada por la cultura. Las redes sociales son tan antiguas como la propia humanidad, pero han cobrado nueva vida bajo el informacionalismo porque las nuevas tecnologías realzan la flexibilidad inherente a las redes, al tiempo que solucionan los problemas de coordinación y gobierno que, a lo largo de la historia, lastraban a las redes en su competencia con las organizaciones jerárquicas. Las redes distribuyen el rendimiento y comparten la toma de decisiones en los nodos de la red según un modelo interactivo.
(9) Los blogs no son redes sociales, son más bien un mecanismo de difusión cultural y de información como los libros o los periódicos. Pero ya que estábamos, me he venido arriba y así presumo de lectores en lugares lejanos.
Bibliografía
Sociología
John J. Mancionis y Ken Plummer
Pearson Prentice Hall
Madrid 2005
La explicación sociológica: Una introducción a la sociología
José Félix Tezanos
UNED
2ª Edición Madrid 1998
Estratificación Social y Desigualdad
Harold R. Kerbo
McGraw Hill
5ª edición
Madrid 2003
La Sociedad Red
Manuel Castells
Alianza Editorial
2ª edición Madrid 2000
Y si hablamos de una sociedad global organizada en red, hay que citar al gran sociólogo español Manuel Castells que ha desarrollado el concepto de “sociedad red”. Para Castells la sociedad en red es una estructura social constituida por redes de información propulsada por las tecnologías de la información que pertenecen al paradigma de lo que él denomina el “informacionalismo” (8).
El que una red exista puede ser independiente de la voluntad de los que forman parte de ella. Ahora bien, como decíamos en párrafos anteriores, el que la red se active y se establezca una comunicación entre A y B, separados entre sí, sí depende de la voluntad de cada uno de los nodos intermedios y éstos necesitan algún tipo de incentivo para pasar el testigo al siguiente nodo. Ese incentivo puede ser un interés profesional común, un correo electrónico gracioso o un pásalo de SMS para protestar contra un gobierno opresor.
Como hemos podido observar a lo largo del artículo, las redes sociales existían mucho antes de que se desarrollara la tecnología que ha permitido construir una red de ámbito mundial como es Internet – el informacionalismo de Castells -, han existido desde que el hombre es hombre, pues nuestra especie es esencialmente social, vive en sociedad y construye estructuras sociales de forma natural. Se habla tanto de las redes sociales en Internet que parece que ha sido el advenimiento de estas aplicaciones las que han provocado el nacimiento de las redes sociales. El sustrato relacional existía, pero la sociedad de la información ha proporcionado unas herramientas que han activado como nunca antes las comunicaciones interpersonales, creando además los incentivos suficientes como para que la gente las utilice de forma masiva y, a veces, compulsiva.
Cuando estás herramientas se crean gracias a las distintas plataformas existentes – Facebook, Twitter, Linkedin, etc – las redes se desarrollan a escala global en muy poco tiempo. Yo mismo soy usuario de estas tres redes, he recuperado amigos del cole, de la mili, me comunico regularmente con un amigo que vive en China y veo las fotos de su familia, tengo contactos con miembros de los clubes de Star Trek de Venezuela, o clubes de Tintin franceses, tengo lectores de mi blog en Albania o en Mountain View, en California (9) y, a través de la red profesional Linkedin, estoy a dos grados de separación – a día de hoy - de 2.116.263 personas repartidas por este mundo cada vez más pequeño. Es maravilloso.
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo e… informático
Este artículo se continua en Estamos muy enredados II. Las redes sociales digitales
Notas:
(1) “Rubicón” es una serie de televisión norteamericana de la magnífica productora de televisión AMC. El argumento trata de un analista de una institución de investigación de ciencia política y relaciones internacionales de Nueva York llamada “American Policy Insitute” que descubre que está trabajando en realidad para una sociedad secreta que manipula acontecimientos mundiales en su propio beneficio. Para más información pulsad aquí
(2) Existe una gran porosidad y complicidad entre el mundo político y el mundo de las finanzas. Y no sólo en los Estados Unidos. A este respecto es muy interesante el artículo del profesor Geoffrie Geuens de la Universidad de Lieja en “Le Monde Diplomatique”, titulado “Los mercados tienen nombre y apellidos”. En este artículo se cuenta de dónde vienen al ser nombrados y en dónde se retiran después de ser cesados muchos cargos políticos europeos. El artículo termina con la frase lapidaria: “Las finanzas tienen rostros: se los puede ver desde hace mucho tiempo en los pasillos del poder”. Si os interesa el artículo pulsad aquí
(3) En Estados Unidos hay cerca de 202.000 corporaciones industriales, pero casi el 75% del total de las acciones corporativas está en manos de 100 corporaciones. Hay 12.345 bancos comerciales, pero sólo 10 tienen la mitad de las acciones de la banca. De todas las corporaciones sólo cerca de 3.500 personas (presidentes y miembros de los Consejos de Administración) ejercen autoridad formal sobre la mitad de todas acciones corporativas que hay en el país.
(4) Existen numerosas aportaciones al estudio de los grupos sociales, desde la psicología social son interesantes las investigaciones de Asch, Milgram o Stouffer. Desde la sociología, son interesantes las aportaciones del sociólogo alemán Georg Simmel y sus estudios del comportamiento de los grupos en función del número de miembros o los estudios de Elton Mayo en grupos de trabajo. A este respecto ver Macionis y Plummer págs. desde la 178 hasta la 190.
(5) En sociología y psicología, la socialización es el proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una sociedad o cultura aprenden e interiorizan un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad.
(6) En sociología por rol social se entiende los distintos papeles sociales que se pueden desempeñar en una sociedad. Por ejemplo el rol de madre, de maestro, de juez, de hijo, de médico, de estudiante, etc. El numero de roles que se desempeñan es muy numeroso. Cada rol social implica determinadas formas de comportarse y de actuar y todo el mundo espera que los individuos se adapten a las características de sus roles. Cada persona desempeña varios roles con distintos comportamientos en distintos contextos, así el profesor de universidad desempeña también el rol de padre o de esposo en su hogar o de hincha en el estadio de fútbol.
(7) En matemáticas y ciencias de la computación, un grafo (del griego grafos: dibujo, imagen) es un conjunto de objetos llamados vértices o nodos unidos por enlaces llamados aristas o arcos, que permiten representar relaciones binarias entre elementos de un conjunto. Son objeto de estudio de la teoría de grafos. Desde un punto de vista práctico, los grafos permiten estudiar las interrelaciones entre unidades que interactúan unas con otras. Por ejemplo, una red de computadoras puede representarse y estudiarse mediante un grafo, en el cual los vértices representan terminales y las aristas representan conexiones (las cuales, a su vez, pueden ser cables o conexiones inalámbricas). Prácticamente cualquier problema puede representarse mediante un grafo, y su estudio trasciende a las diversas áreas de las ciencias exactas y las ciencias sociales.
(8) “Informacionalismo y sociedad en red” de Manuel Castells. El informacionalismo es un paradigma tecnológico. Concierne a la tecnología, no a la organización social ni a las instituciones. El informacionalismo proporciona la base para un determinado tipo de estructura social que Catells denomina la 'sociedad red'. Sin el informacionalismo, la sociedad red no podría existir, pero esta nueva estructura social no es producto del informacionalismo, sino de un patrón más amplio de evolución social. Sobre los fundamentos del informacionalismo, la sociedad red surge y se expande por todo el planeta como la forma dominante de organización social de nuestra época. La sociedad red es una estructura social hecha de redes de información propulsada por las tecnologías de la información características del paradigma informacionalista. Por estructura social se entiende las disposiciones organizativas de los seres humanos en las relaciones de producción, consumo, experiencia y poder, tal como se expresan en la interacción significativa enmarcada por la cultura. Las redes sociales son tan antiguas como la propia humanidad, pero han cobrado nueva vida bajo el informacionalismo porque las nuevas tecnologías realzan la flexibilidad inherente a las redes, al tiempo que solucionan los problemas de coordinación y gobierno que, a lo largo de la historia, lastraban a las redes en su competencia con las organizaciones jerárquicas. Las redes distribuyen el rendimiento y comparten la toma de decisiones en los nodos de la red según un modelo interactivo.
(9) Los blogs no son redes sociales, son más bien un mecanismo de difusión cultural y de información como los libros o los periódicos. Pero ya que estábamos, me he venido arriba y así presumo de lectores en lugares lejanos.
Bibliografía
Sociología
John J. Mancionis y Ken Plummer
Pearson Prentice Hall
Madrid 2005
La explicación sociológica: Una introducción a la sociología
José Félix Tezanos
UNED
2ª Edición Madrid 1998
Estratificación Social y Desigualdad
Harold R. Kerbo
McGraw Hill
5ª edición
Madrid 2003
La Sociedad Red
Manuel Castells
Alianza Editorial
2ª edición Madrid 2000
Andamos muy enredados por Juan Carlos Barajas Martínez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en http://sociologiadivertida.blogspot.com.es/.
Bueno no soy especialista en la materia, el boom de la informática me pilló ya adulto y ahgo lo que puedo, me daba pena que el artículo no tuviera comentarios en una semana y aquí estoy para hacer bulto.
ResponderEliminarEl artículo me ha parecido muy interesante y si, yo pensaba que las redes sociales eran un invento de internet. He aprendido mucho.
muchas gracias por estar ahí cada semana, o casi.
Anselmo
Muchas gracias por hacer "el bulto" y por tus amables comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo
Si es posible me gustaría que me recomiendes autores/libros/notas sobre el análisis del comportamiento en redes sociales desde la sociología. Te lo agradecería mucho!!!!
ResponderEliminarbuen blog
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