De persianas, cortinas, católicos y protestantes





El pasado mes de abril, el periodista Mario Suárez me hizo una pequeña entrevista para un artículo que estaba preparando para la revista Icon del diario El País (1). El título del artículo era: ¿porqué los españoles somos los únicos europeos obsesionados con las persianas?. 

El artículo en cuestión tuvo mucha difusión. Fue traducido al inglés y al holandés; aparecieron comentarios en la web de “LonelyPlanet(2), y en un periódico digital de residentes holandeses en España.

El día que se publicó tuve diez mil visitas en este humilde blog de mis entretelas y aparecieron muchas referencias y comentarios en las redes sociales, incluso tuve el dudoso honor de que hubiera referencias a mi persona en "ForoCoches" (3). 

Recibí muchos comentarios, la mayoría estaba de acuerdo conmigo, otros eran más críticos pero respetuosos y, uno de los amables usuarios de "ForoCoches", me llamaba "cuñado sociólogo".

No puedo por menos que detenerme un instante en analizar este término, más que nada por las connotaciones sociológicas que presenta. En principio cumplo con las dos condiciones, soy cuñado - aunque por otra parte hay muy pocas personas que pueden afirmar que son cuñados míos - y también soy sociólogo - el Rey y en su nombre el rector de la UNED (4) lo afirman en un diploma muy bonito, presidido por el escudo nacional y el de la universidad, que tengo colgado en la pared de mi estudio.

Pero el señor de "ForoCoches" me asociaba a un fenómeno reciente: el cuñadismo. La Fundación del Español Urgente (5) - la Fondéu - define el término como la tendencia a opinar sobre cualquier asunto, queriendo ser más listo que los demás.

Puedo estar equivocado, uno quiere pensar bien de sí mismo, pero creo que no entro en la definición de la Fondéu, mi intención nunca ha sido sentar cátedra siendo más listo que nadie sino divulgar, en la medida de mis posibilidades, los conceptos básicos de la sociología y otras ciencias sociales.

Hay mucho chiste, mucho comentario en España acerca de los cuñados, de las cenas de navidad con toda la familia y las inevitables discusiones con los cuñados que se producen en su trascurso, incluso llaman cuñado, al político derechista Albert Rivera (6). Se trata de un auténtico fenómeno social, al que habrá que volver en algún momento.

La mayoría de los comentarios aludían a que mi visión era limitada, que veía el problema desde una perspectiva reduccionista, muy local, y que el asunto de ocultar tu casa con cortinas o persianas pasaba también en otros países.

Lo que pasaban por alto estos amables lectores es que yo no era el autor del artículo, sino el periodista - al que estoy agradecido por contar conmigo - que me hizo unas preguntas que yo le contesté lo mejor que pude teniendo en cuenta la premura de tiempo y la falta de fuentes bibliográficas sobre el asunto. Y que el autor hizo una selección de mis contestaciones que yo - como no podría ser de otra manera - respeto totalmente, no puso todo lo que le contesté, pero lo que puso, respetó mis respuestas. ¿Qué más podría pedir?.

Así que el motivo principal de este artículo es aclarar todo lo que le dije al periodista – ampliando un poco - para que se pueda estar de acuerdo o no con mi opinión completa y no sólo con parte de la misma y, de paso, dejar claro que se trata de eso, de una opinión y no de las conclusiones de un sesudo estudio basado en la investigación social.

Dos cosas básicas se quedaron en el tintero del articulista, por un lado, la influencia del clima y, por otro, que el fenómeno no creo que sea tan solo español, sino más amplio. En Italia, Francia y Portugal también hay persianas.   

¿Cómo se explicaría de otro modo la ausencia de cortinas nada más traspasar la frontera entre Bélgica y Holanda?, dos países que comparten el idioma neerlandés aunque son de religiones diferentes, o bien, si somos los españoles los únicos obsesionados con las persianas, ¿por qué hay un tipo de persiana que se llama veneciana o romana y no hay ninguno - que yo sepa - que se la conozca como persiana española?.

Empecemos por el clima.  No echar las persianas en agosto en cualquier parte de España es una actitud casi suicida, las temperaturas que tenemos que soportar en verano pueden llegar perfectamente a los 40 grados centígrados y, en el sur del país, no es extraordinario superar esa temperatura. Tenemos inviernos y veranos largos y primaveras y otoños muy cortos. En los pocos días en que se transita de la primavera al verano, el campo pasa de verde a ocre en unos pocos días y a quemado por el sol en unos cuantos días más, la nieve de las montañas se derrite y deja de llover con la excepción de alguna tormenta veraniega que vienen acompañadas, más por rayos y truenos, que por agua.

En España el consumo de energía se dispara (7), por el uso y abuso del aire acondicionado y, si miras una foto aérea de Madrid o Barcelona y comparas con una de, pongamos Bruselas, habrá una cosa que os llame la atención, la cantidad de piscinas que hay en las ciudades españolas.

También se nos achaca la invención de la siesta, pero es muy fácil dormir en las noches templadas de la Europa Central y del Norte, sin embargo, en las noches tórridas de mi Madrid natal es muy difícil pegar ojo y se aprovecha las horas de después de la comida para echar una cabezada.

Si puedes claro, yo mientras trabajo no puedo pero, en los fines de semana y durante las vacaciones, me pego unas siestorras de las que llaman "de pijama y botijo". Pongo el ventilador del techo, el aire acondicionado, echo las persianas, me acuesto encima de las sábanas, me pongo música clásica en los auriculares y me olvido del mundo. Un auténtico placer.

Este calor intenso afecta a nuestra arquitectura popular y al urbanismo, cuanto más al sur, más blancas son las casas y más estrechas son las calles. En centro de Madrid las asociaciones de comerciantes y el Ayuntamiento financian unos toldos en las calles peatonales para que permanezcan en la sombra y, en las casas, todo hijo de vecino echa las persianas completamente para dejar la casa en penumbra y que no entre el sol a derretirnos los sesos.

Todo esto explica por qué nunca faltan las persianas, y otros inventos como las contraventanas, en una casa española, pero no explica por qué las persianas se cierran nada más anochecer en los cortos días invernales. Es evidente que se usan también para mantener la intimidad de los hogares.

A mi entender existen razones culturales para esta conducta compartida en mayor o menor medida por otros países del sur de Europa - quizás más exageradamente en nuestro país - de ocultar nuestras casas de miradas ajenas. 

Desplegamos las cortinas y visillos durante el día para que entre la luz pero no la curiosidad del prójimo y, al anochecer – cuando encendemos la luz de nuestras casas y afuera reina la oscuridad - cerramos las persianas para que no nos vean. Nuestra casa es nuestro castillo, el sacrosanto templo de nuestra privacidad.

El acto de "enseñar la casa", es un hecho social en sí mismo, es una demostración de confianza y amistad al visitante, si no, se le hace pasar al vestíbulo o al salón como mucho, que es donde metes al vendedor de seguros, alarmas o enciclopedias. Este acto se suele realizar sobre todo cuando la casa es nueva y, por supuesto, cuando está en perfecto estado de revista, de lo contrario se pasa mucha vergüenza, ¡qué dirán si no nuestros vecinos!.

Existe una tendencia clara a tener acondicionada con más gusto y cuidado la parte más visible de los hogares. En mi urbanización pude asistir a un ejemplo claro de esto que digo. Mi calle la habitamos profesionales liberales y funcionarios de cierto nivel - sector donde predomina la mentalidad de la "hidalguía" (ver "Las tres ideologías básicas del Homo Hispanicus") -  muy preocupados por el "qué dirán".

En su día todos ocupamos las casas, de nueva factura, en el transcurso de unas pocas semanas. La mayoría empezó por acondicionar el jardín, luego amueblaron - según los estándares de una revista de decoración - desde la entrada hacia las habitaciones interiores. Es decir, de lo más visto a lo más oculto, no buscaron la comodidad sino la apariencia.

Tres años después de estar instalados, un vecino – que tenía el salón y la entrada de la casa de revista de decoración - me preguntó que cómo se forraba un armario, ¿dónde tendría guardada esa gente la ropa hasta entonces?.

Por aquel tiempo, los amigos que recibía en casa, ante nuestra tardanza en poner cortinas en el salón – más que nada por una cuestión de dinero -, nos preguntaban que cuándo íbamos a ponerlas. Porque, según la opinión general, las cortinas visten mucho los salones.

En mi opinión hay dos razones principales de todo esto que comentamos, por un lado, el tipo de vida social que se lleva en el sur de Europa y, muy conectada con la cuestión anterior, las dos variantes principales de la ética cristiana: la ética católica en el sur y la ética protestante, sobre todo luteranos y calvinistas, en la Europa Central y del Norte.

Es indudable que tradicionalmente - la vida urbana ha suavizado esta tendencia - hay mucha más vida social en los países del sur. Se está más en la calle, se conoce más al vecino. De esa mayor convivencia, se deriva un mayor interés en conocer la vida ajena y un menor interés en que los demás conozcan la propia. Por tanto, hay que colocar barreras.

Esto tiene sus consecuencias en la moral. La ética católica implica una mayor preocupación por el "qué dirán", por demostrar una conducta irreprochable acorde con lo que se espera socialmente de ti, por lavar los trapos sucios en casa. Por lo tanto, tienes que disponer de un interruptor, persianas y cortinas, que desconecte tu casa del exterior para hacer lo que los demás no quieres que vean.

En cambio, la ética protestante favorece un diálogo directo con Dios sin intermediarios, Dios - que está en todas partes- me va a juzgar, entonces, ¿por qué me voy a preocupar por lo que piensen los demás?, además, dentro de esta  ética ser rico es glorificar a Dios, por lo tanto, no hay miedo a la ostentación y, del mismo modo, ser pobre no es una vergüenza pues cumples con el destino que Dios te ha deparado, por lo tanto, ¿para qué gastar el dinero en cortinas para ocultar tu pobreza?.

En el fondo, si lo miramos bien, son dos formas de mantener la reputación intacta. En un lado mediante la ocultación, de manera que nadie pueda decir – sin caer en la maledicencia o la mentira - que llevo un comportamiento indecoroso. En el otro lado mediante la transparencia, si dejo mi casa abierta a las miradas, todo el mundo puede comprobar que tengo un comportamiento decente. En ambos casos hay un sometimiento al control social.

No obstante, voy a ser un poco cínico, me da la impresión de que los norteños llevan sus vergüenzas a las habitaciones sin ventanas o a los sótanos. 

Por último, querría indicar que yo mismo no soy ajeno a mi cultura y cierro persianas y cortinas, porque me gusta preservar la intimidad de mi hogar como me enseñaron mis padres. Creo que también hay que señalar, que esto no es ni malo ni bueno, que son formas de vivir y ninguna es mejor que otra. Yo me encontraría muy incómodo si los vecinos y paseantes me pudieran ver tranquilo en casa haciendo cualquier cosa, por muy inocente y cotidiana que sea.

En los últimos años están llegando series de televisión de países como Suecia y Dinamarca. Lo primero que me sorprende es que sean tan buenas, ¿de dónde han sacado el talento esas gentes tan frías? Y, en segundo lugar, que el psicópata de turno pueda espiar sin problemas a sus víctimas en sus casas sin el estorbo de persianas o cortinas. ¡Estos nórdicos están locos!.



Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo, cuñado de mis cuñados y el que cierra las persianas en casa.




Notas:

  1. ElPaís es un periódico español fundado en 1976. Se redacta en español aunque algunas versiones autonómicas utilizan otros idiomas en algunos suplementos (por ejemplo, en el Quadern Catalunya). Según datos certificados por la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) y referidos al periodo de julio de 2016 a junio de 2017, el promedio de tirada de El País fue de 231 140 ejemplares y el promedio de difusión de 180 765, lo que le convierte en el diario de mayor difusión de España, incluida la prensa deportiva.​ Tiene su sede social y redacción central en Madrid, aunque cuenta con delegaciones en las principales ciudades de España (Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Santiago de Compostela) desde las que edita diferentes ediciones territoriales. Las plantas de impresión están ubicadas en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, La Coruña, Las Palmas de Gran Canaria, Burgos, Palma de Mallorca, Alemania, Bélgica, Italia, México y Argentina. El País tiene también una «edición global» o internacional que se imprime y distribuye en América Latina.​ La versión digital del periódico, ElPais.com, es el periódico digital en español más consultado del mundo con 11 618 000 usuarios únicos (septiembre de 2016).
  2. LonelyPlanet es una de las mayores editoras de guías de viajes en el mundo. Fue la primera serie popular de libros de viajes dirigida a mochileros y a viajeros de bajo presupuesto. Para el 2008, había publicado alrededor de 500 títulos en 8 idiomas, con ventas anuales de más de seis millones de guías de viajes, así como programas de televisión y páginas web.
  3. ForoCoches es un foro de Internet en español orientado inicialmente a la automoción que permite la creación de hilos de discusión sobre prácticamente cualquier tema. De acuerdo con la clasificación elaborada por Alexa Internet, ForoCoches se encuentra entre los 100 sitios web más visitados de España
  4. La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) es una universidad pública española de ámbito nacional, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Es la primera universidad de España por número de alumnos matriculados con casi 265.000 estudiantes. Tiene su sede central en la ciudad de Madrid, en los campus universitarios de Senda del Rey y de Ciudad Universitaria, si bien cuenta con una amplia red de centros asociados repartidos por todo el territorio español y parte del extranjero. La UNED se caracteriza por ofrecer una modalidad de estudio a distancia, con el uso de las nuevas tecnologías a través de sus cursos virtuales en Internet, la televisión educativa y los programas de radio, en combinación con tutorías presenciales en ciudades donde dispone de centros asociados. Los estudios de la UNED están basados en el sistema europeo de créditos European Credit Transfer and Accumulation System (ECTS).
  5. La Fundéu BBVA (Fundación del Español Urgente) es una fundación creada en febrero de 2005 en Madrid a partir del Departamento de Español Urgente de la agencia EFE. Es fruto del acuerdo y participación equitativa en su constitución del banco BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria) y Agencia EFE. El principal objetivo de la fundación es velar por el buen uso del idioma español en los medios de comunicación, en especial los informativos, y cuenta con el asesoramiento de la Real Academia Española, cuyo director, Darío Villanueva, es a su vez el presidente de la Fundéu BBVA.
  6. AlbertRivera Díaz,​ anteriormente Alberto Carlos Rivera Díaz, conocido como Albert Rivera (Barcelona, 15 de noviembre de 1979) es un político español, presidente de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía desde su fundación, diputado del Parlamento de Cataluña de 2006 a 2015 y, actualmente, diputado en las Cortes Generales durante las xi y xii legislaturas.
  7. Un ejemplo de subida del consumo por una ola de calor es https://elpais.com/economia/2015/07/06/actualidad/1436193637_541203.html
Licencia de Creative Commons
De persianas, cortinas, católicos y protestantes by Juan Carlos Barajas Martínez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

3 comentarios:

  1. Gracias, como de costumbre, por este espléndido trabajo tuyo. Añadiendo algo modestamente yo, creo que en el Norte protestante dicen que dejan ver el interior de sus casas porque «no estamos haciendo nada malo». Vale, bien, pero si extraigo manualmente una mucosidad o danzo en pantaloncillos mientras bato huevos para una tortilla quizá no quiera yo compartir tal icono mío con todos los luteros, calvinos y melantones que pudieran mirar enfrente.

    Con la luminosidad que tiene España no parece descabellado cerrar las persianas para una breve siesta.

    Gracias por la atención. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Me parece muy interesante el análisis que haces, pero creo que hay algunos datos sobre las persianas que no encajan en tu hipótesis. Te los comento para ver tu parecer:
    1) Si el catolicismo tuviese tanto peso en las persianas, sería lógico que estuviesen muy extendidas en Italia, Croacia, Malta, Austria, etc. Sí es cierto que, por su latitud, es lógico que Francia, Austria y otros tantos no los usen.
    2) Los países muy al norte podrían usarlas. Quien haya vivido un tiempo en Irlanda o Inglaterra sabe que a las 5 de la mañana el sol de puede dar un guantazo al colarse en tu dormitorio. Por lo tanto, si bien es cierto que el calor no es un problema, la luz sí lo es, y pese a todo no se usan (el tema religioso tendría sentido en Reino Unido, pero no en la católica Irlanda).
    3) En Latinoamérica no se usan, o al menos no de forma regular. Quien ha vivido en Santiago de Chile sabe que las temperaturas no son muy diferentes de las de Madrid, y sin embargo no vas a encontrarte persianas, pese a la herencia hispana y al catolicismo.
    Por todo ello, me planteo si el tema religioso y cultural son tan decisivos. Sin duda cierto papel juegan, pero ¿por qué no en otros países?

    ResponderEliminar
  3. Primero que nada muchas gracias por leer el artículo y comentarlo. El debate, después de los artículos periódisticos y sus titulares se ha centrado en las persianas, cuando el asunto de fondo es si ocultamos o no el interior de nuestras casas al exterior ya sea con persianas, visillos o cortinas. Mi hipótesis no se cumplirá en todos los países, habría que ver la historia y la cultura en cada uno de ellos para ver si el catolicismo ha tenido más influencia en unos sitios que otros, o bien, si el catolicismo norteamericano, chileno o croata tienen diferencias al tener que adaptarse a la idiosincrasia de cada país. Yo no he estudiado estas situaciones. Creo que en España si hay influencia porque además no olvidemos que hemos sido la reserva espiritual de Occidente y martillo de herejes hasta no hace mucho tiempo en términos históricos. Creo que mi opinión también es explicativa de países como Dinamarca, Holanda e Islandia, que he visitado y de los que he hecho observaciones.
    No obstante, no deja de ser una hipótesis y como tal esta sujeta a discusión.
    Un gran abrazo

    ResponderEliminar