La Conexión Permanente

El presente artículo es una reflexión sobre la nueva forma de vivir  que supone la posibilidad de estar conectado a Internet desde cualquier sitio y a cualquier hora, sin entrar a valorar si estos cambios sociales son buenos o malos que para eso habrá tiempo y otro artículo


 
Según la etnóloga y socióloga francesa Martine Segalen (1), que se ha especializado en la antropología de la familia, hasta tiempos históricos recientes la casa era un lugar exiguo y sombrío que sólo servía para el descanso y la comida.

Los hombres escapaban en cuanto podían, o bien a trabajar, o bien, en sus ratos libres, a tomar algo a la taberna a vacilar con sus amigotes o a jugar una partida de naipes o de dominó.

Las mujeres no escapaban del hogar porque no podían. Ellas eran las encargadas de los críos, de la limpieza de aquellos oscuros cuchitriles y de la preparación de las comidas. Estaba muy mal visto que una mujer casada y decente frecuentara tabernas, sobre todo solas o por la noche. Los papeles estaban asignados, el hombre traía el jornal a casa y tenía derecho a tener su rato de esparcimiento antes de retirarse a dormir.

El advenimiento sucesivo de diferentes tecnologías hizo de la casa, a lo largo del siglo XX, un lugar más limpio, iluminado y agradable. Gracias a los detergentes y a los electrodomésticos las casas son más higiénicas y limpias,  la luz eléctrica las ilumina y, gracias a la radio primero y después a la televisión, el hogar se fue convirtiendo en un lugar de entretenimiento en familia. El hombre regresó al hogar al menos en parte, la competencia del bar en España siempre ha sido muy fuerte, este es un país meridional con una cultura abierta a la calle, lo cierto es que ahora se suele ir a la taberna en pareja.

Este regreso masculino se vio reforzado por la mejora del nivel de vida. El esposo efectuó inversiones en la vivienda para mejorarla, compró bienes de consumo útiles para toda la familia. En lugar de conservar un peculio para sus finalidades personales, el esposo consagró una mayor cantidad de sus ingresos a la compra de bienes de uso colectivo. Así, en la década de 1960 en España, las familias empiezan a reunirse en torno al televisor y en la década de 1970 ya es un fenómeno completamente normal.

Mi madre, que en paz descanse, se quejaba mucho en aquella época de que no hablábamos, de que nos limitábamos a sentarnos en la salita a ver “Bonanza”, “Ironside”, “El Último Café” o “1, 2, 3, responda otra vez”. Yo creo que más que anularla, lo que hacía la tele era dirigir la conversación hacia las vicisitudes de la familia Cartwright o lo bien que lo hacía Kiko Legard ocultando la calabaza a los concursantes.

Todo esto estaba pensando yo el otro día cuando estaba en el salón de mi casa viendo la televisión con mi familia. Y me preguntaba que diría mi madre si pudiera vernos ahora, probablemente pensaría que estamos locos. Los cuatro estábamos viendo la tele pero, al mismo tiempo, mi mujer estaba con el portátil, mi hijo mayor con una “tablet”, y mi hijo pequeño y yo estábamos con nuestros teléfonos móviles. Mi mujer y yo "tuiteábamos" (2) y mis hijos “guasapeaban(3). Si, mi madre hubiera pensado que estamos rematadamente locos.

Sin embargo se trata de un comportamiento muy normal, no somos en mi familia unos bichos raros. Según los laboratorios de consumo de Ericsson (Ericsson Consumer Lab), en un estudio realizado en doce países de los cinco continentes entre los que se incluye España, el 62% de las personas que ven la televisión están conectadas al mismo tiempo a las redes sociales. Y el porcentaje de personas que ven la televisión y navegan por Internet al mismo tiempo sube hasta el 80%. Curiosamente este comportamiento se da más en las mujeres que en los hombres, un 69%, debe ser por la famosa capacidad de las féminas de hacer varias cosas al mismo tiempo. En cambio son los hombres los que más comentan en las redes sociales lo que están viendo en ese momento, va a resultar que somos más cotillas.

Si nos centramos en España, según el Informe de 2011 para la sociedad de la información de Telefónica, un 36,2% de los internautas están accediendo a contenidos multimedia, es decir, escuchan música o ven películas, al mismo tiempo que navegan por Internet. Y agarraos, un 37,4% está dándole a un videojuego y navegan al mismo tiempo, que para mí es el colmo de la conectividad por distintos canales a un mismo tiempo y del “friquismo(4) más absoluto.

El desembarco de todas estas tecnologías en nuestros hogares  tiene necesariamente que cambiar los comportamientos sociales y familiares, a este respecto me gustaría contar con un libro de Martine Segalen pero mucho me temo que se quedó en los tiempos en que la televisión mató a la estrella de la radio, o al menos, yo no he encontrado ningún trabajo de ella en este sentido.

La radio y la televisión devolvieron al marido al hogar, le cautivó la posibilidad de disfrutar del ocio en su propio hogar, en una época en la que todavía estaba socialmente aceptado que dictara el comportamiento familiar sin contar con la mujer. Pero hoy en día no veo peligro de que la gente se quede cautiva en casa, enamorada de sus aparatitos, como parecía que iba ocurrir cuando a Internet sólo se accedía desde conexiones fijas. La gran revolución de los últimos tiempos, sobre la revolución anterior representada por la tecnología ADSL – vivimos en un mundo de revoluciones tecnológicas sucesivas y tremendamente rápidas - ha sido la movilidad.

De los 47 millones de habitantes que tiene España, el 69,2% son internautas, si nos fijamos en el segmento de edad de entre los 16 y los 24 años, el porcentaje sube hasta el 96,6. De todos los internautas, el 55,4% se conecta desde un dispositivo móvil, es decir, aproximadamente unos 16 millones de personas se conectan a Internet desde cualquier parte, no sólo en la tranquilidad de su domicilio. Internet, tiene la propiedad que antes sólo se atribuía a Dios, de ser ubicuo. De esta forma, sólo tienes que mirar a tu alrededor, en cualquier parte que estés, en el autobús, en el metro, en la sala de espera del médico, en un partido de fútbol o en un concierto, siempre verás a alguien escribiendo sobre una pantalla táctil en un teclado increíblemente pequeño para el tamaño medio de los dedos de un adulto normal.

Eso en lo referente al espacio, pero también hay – si es posible utilizar este término en este sentido - ubicuidad en el tiempo. La conexión es permanente en el espacio y en el tiempo. El 24,5% de los internautas está conectado las 24 horas del día, en realidad esto no significa que no duerman o que no vayan al baño o que no realicen ninguna otra tarea que no sea navegar por Internet, sino que tienen la conexión activada continuamente, ya sea realizando tareas de descarga o simplemente permaneciendo a la escucha de alguna aplicación. Uno de cada cinco jóvenes se conecta a Internet después de acostarse, de hecho yo he tenido palabras al respecto en casa. Muchos de nosotros vivimos una vida digital paralela a nuestra vida real conectándonos en cualquier sitio, a cualquier hora y por múltiples canales diferentes.

El teléfono móvil – o celular como se dice por América – inteligente o telefonía móvil de tercera generación (5), más conocido por “smartphone”, es el centro de la vida digital, el 63,4% de los dispositivos móviles son “smartphones”. Entre 2011 y 2012 el número de conexiones desde el móvil ha crecido más de un 300%.

Pero los dispositivos móviles no son nada sin las aplicaciones, las famosas “apps". Las “apps” son programas que se ejecutan en el dispositivo móvil pero van a buscar sus datos a Internet. Las hay a miles para las cosas más variopintas, desde las que nos dicen los horarios de trenes de cercanías o el tiempo que va hacer, pasando por todo tipo de videojuegos, por las fuentes RSS (6) que nos mantienen informados segundo a segundo, hasta el último grito, las aplicaciones de lo que ha venido en llamarse “realidad aumentada” (7), que permiten combinar la información del mundo real que nos rodea superponiéndola con información virtual, por ejemplo, situado en un punto concreto de Madrid te informa de todos los establecimientos de tu interés que tienes por los alrededores de esa posición.

Todas estas aplicaciones, gratuitas o no, se descargan de tiendas virtuales como Apple Store o Play Store, tan solo con pulsar unos pocos clics. En 2012, en España, se produjo una media de 2,7 millones de descargas diarias y los usuarios diarios de este tipo de aplicaciones han pasado de 5 millones en 2011 a 12 millones en 2012.

También han cambiado nuestros hábitos de compra o la manera de comunicarnos con nuestros amigos o la forma que tenemos de relacionarnos con las administraciones públicas. El 27% de los internautas son compradores “online”, mi mujer entre ellos que le ha cogido el gusto a alguna tienda “online” y a veces encargamos la compra vía Web al supermercado. El 67% de los usuarios busca en Internet información sobre productos y el 62% buscan recomendaciones. La gente confía más en las recomendaciones de foros y redes sociales que en los anuncios de la televisión. Ahora se da el caso de que antes de reservar en un hotel o de recurrir a cualquier servicio se echa una ojeada a lo que dicen otros consumidores, de manera que el boca a boca adquiere un nuevo significado y los negocios han de preocuparse por tener una buena imagen en Internet. Las compras mediante comercio electrónico han aumentado en un 19,3 % en el último año.

También Internet es una fuente de información en cuestiones relativas a la sanidad, en 2011, el 46,6% de los usuarios ha utilizado los recursos de información de la red en actividades relacionadas con la salud, de los cuales, el 82,5% buscaba información, pero existen servicios para pedir cita médica o para compartir información hospitalaria. Conozco el caso, no muy habitual todavía, de un médico de familia de la Seguridad Social que se comunica con sus pacientes mediante redes sociales, de manera que les proporciona información útil, como que un determinado día no tendrá consulta porque está en un congreso médico o les da consejos de profilaxis ante la epidemia de gripe. En las redes sociales, en los foros especializados, las personas comparten experiencias incluso se opina sobre la cocina de los hospitales de la misma manera que, como hemos comentado antes, se opina de la calidad de los hoteles.

El 91% de las personas sigue opinando que la conversación cara a cara, el hablar con el semejante teniendo al semejante delante, es la forma de comunicación mas agradable y reconfortante, como se puede ver todavía no nos hemos deshumanizado. No obstante, la conexión permanente en la que vivimos muchos, nos permite recuperar gentes de nuestro pasado que hacía tiempo que no sabíamos nada de ella y, resulta también, una herramienta – sobre todo mediante las redes sociales – que fomenta la comunicación entre las personas. Según el estudio para la sociedad de la información de 2012 de la Fundación Telefónica, el usuario medio comunica por el teléfono fijo con 7,2 personas al día, por SMS con 9,6, 10,3 por conversación telefónica móvil, en persona con 22,7 y a través de las redes sociales con 25. Es decir, que se contacta, se intercambia información con más personas mediante redes sociales que a través de cualquier otro medio.

A este respecto de la comunicación interpersonal me gustaría dar dos datos más que considero muy significativos. En primer lugar señalar que el mayor uso que se da a Internet no es la descarga de archivos, ni la consulta de contenidos, ni cualquier otro servicio de los que tenemos en mente, la causa por la que la gente se conecta más es para comunicarse con otras personas, 4 de cada 5 internautas utiliza la red para este fin.  El segundo dato resalta que esa comunicación emplea varios canales diferentes, se calcula que los usuarios utilizan una media de 4,2 canales distintos en esas comunicaciones.

En los últimos años las Administraciones Públicas han hecho un considerable esfuerzo por estar al día y han desarrollado la Administración Electrónica. De esta manera los organismos públicos han puesto en marcha el concepto de sede electrónica que consiste en un espacio en Internet en el que se pueden realizar trámites desde casa o desde el dispositivo móvil sin tener que pasarse por la sede real a hacer colas, con la ventaja adicional de poder resolver asuntos a cualquier hora del día. Los datos indican que las personas que utilizan estos servicios electrónicos están más satisfechas que con los servicios presenciales. El año pasado 14,7 millones de ciudadanos obtuvieron información de los puntos de acceso electrónico de las administraciones, se descargaron 10,2 millones de formularios y, de ellos, el 80% fue cumplimentado y enviado por medios telemáticos. Se calcula que en 2011 la administración electrónica ahorró a las empresas 3000 millones de euros y generó negocios por importe de 600 millones.

La importancia económica de Internet es impresionante, representa el 3,4% del PIB mundial y el 2,2 del PIB español. No deja de ser sorprendente que, a pesar de que España tiene la economía estancada por no decir en franca recesión, las cifras de desarrollo de actividades relacionadas con Internet estén creciendo en los valores porcentuales que hemos visto en los párrafos precedentes. La pregunta inmediata que surge es, ¿qué pasaría si siguiéramos en aquella juerga económica que acabó en 2008?, ¿qué ocurriría con las cifras si no estuviéramos inmersos en esta terrible crisis?.

Internet se ha metido en nuestras vidas. Nos relacionamos de forma diferente en nuestras familias, con nuestros amigos, en nuestro trabajo y nuestro ocio, en nuestra forma de consumir, en nuestra manera de ver a la administración, en general en todo nuestro entorno vital. Hasta el punto de que podemos hablar de que llevamos una doble vida, una real y otra digital o virtual paralela, o mejor dicho, de paralela nada, están ambas imbricadas e inseparables. Todavía es posible vivir sin Internet, de espaldas a la sociedad de la información, pero cada vez es más difícil. Se habla de brecha digital para referirnos a las diferencias que hay entre grupos de población según su capacidad de utilizar las tecnologías de la información y de las comunicaciones de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización, edad, carencias, problemas de accesibilidad o de medios tecnológicos, constituyendo una nueva forma de desigualdad y marginación. No está lejos el día en que dicha brecha suponga una barrera infranqueable.



Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo e informático

Notas:

(1)    Martine Segalen es profesora y directora del departamento de sociología y antropología de la Universidad de Paris X desde 1996, diplomada del Instituto de Estudios Políticos de París en 1960, Doctora en Etnología en 1984, investigadora del Centre National de Recherche Scientifique entre 1986 y 1996, directora del Centro de Etnología Frances desde 1986 a 1996. Es especialista en antropología histórica de la familia.
(2)    “Tuitear” es enviar mensajes, “tuits” o “tweets”, mediante el programa Twitter. Twitter es una red social para el intercambio de mensajes cortos.
(3)    “Guasapear” es una forma españolizada de expresar la acción de enviar mensajes mediante el programa de mensajería instantánea “WhatsApp”.
(4)    Friki o friqui (del inglés freak, extraño, extravagante, estrafalario, fanático) es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales. La Real Academia Española ha acabado, en 2012, por añadir la entrada «friki» al avance de la vigésima tercera edición de su diccionario. Dicho diccionario define «friki» con tres acepciones, una de ellas refiriéndose a toda "persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición".
(5)    En España hay varios operadores que han empezado a ofrecer servicios de telefonía móvil de cuarta generación que está completamente orientada a proveer servicios de Internet – se trata de una red IP - a altas velocidades de transmisión – hasta 100 Mbps en movimiento y 1Gbps en reposo, lo que supone anchos de banda digital equivalentes a una red de área local Ethernet.
(6)    Fuentes RSS, se utiliza para difundir información actualizada frecuentemente a usuarios que se han suscrito a la fuente de contenidos. Por ejemplo si te suscribes al servicio RSS de El País recibirás en tiempo real las noticias que el periódico vaya publicando. A este sistema se le denomina también como redifusión web o sindicación web (una traducción incorrecta, pero de uso muy común).
(7)    Realidad aumentada. Si quieres obtener más información pulsa aquí


Bibliografía

Martine Segalen
Antropología histórica de la familia
Editorial Taurus
Madrid 1992

La Sociedad de la Información en España 2011
Fundación Telefónica 2012

La Sociedad de la Información en España 2012
Fundación Telefónica 2013

Enlace para ambos informes:
http://www.fundacion.telefonica.com/es/que_hacemos/conocimiento/publicaciones/index.htm?serie=informe

Muy Interesante
El 62% de las personas que ven la televisión usan al mismo tiempo las redes sociales
http://www.muyinteresante.es/tecnologia/articulo/el-62-de-las-personas-que-ven-la-television-en-el-mundo-usan-al-mismo-tiempo-las-redes-sociales

Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portadarg

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6 comentarios:

  1. HOla Juan Carlos, tan sólo decirte que los hombres de mi pueblo se iban a la taberna a jugar la partida y nuestras madres se quedaban en sus casas. Los veranos salían a la calle y hacían labores hablando con las vecinas. Eso es lo que recuerdo de mi infancia.
    Un abrazo
    Anselmo

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  2. Hola Anselmo ya empezaba a echarte de menos, hace varias semanas q no escribes. Muchas gracias por tu testimonio, entonces, estás de acuerdo con Martine Segalen. Te lo agradezco porque, como he escrito en el artículo, yo soy de los '60 y mi familia era más de tele en el salón y yo era de los niños q nos hacíamos los suecos cuando salía la familia Telerín y nos enviaban a la cama, recuerdo ver "un, dos, tres" escondido con la puerta de mi habitación entreabierta. NO duraba mucho porque tenía más miedo y sueño q ganas de ver la tele.

    Muchas gracias y un abrazo

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  3. AMIGO Juan Carlos, resalto con mayúsculas, aunque lo considero muy difícil, te superas cada vez que publicas.

    ¡Qué buen articulo!, aunque no he comprobado todos los porcentajes, ¡qué bien documentado! y ¡qué instructivo!

    Poco más se puede decir sobre una realidad que nos abofetea y que tan bien has sabido plasmar. ¡CHAPEAU!

    Pero como no puedo estar sin decir nada, ahí van algunos “chascarrillos (o gilipolleces)”:
    - Debo ser un tipo raro, del 38% o del 20% que cuando veo la tele, solo veo la tele, me gusta disfrutar de una buena peli o una serie o un partido al 100% (yo también uso los porcentajes).
    - Respecto a la famosa capacidad de las féminas de hacer varias cosas a la vez, de lo que discrepo y he discrepado ampliamente a lo largo de mi existencia, poco que añadir tan solo que el porcentaje es, cuando menos, curioso o significativo, 69.
    - Cierto es, por otro lado, que siempre hay alguien “dale que te pego” a la mini pantalla (ahora alguna no es tan pequeña, mira los Notes por ejemplo) y a pesar de mis dedos de pianista, ¡joder, que difícil es a veces atinar!
    - Pero si hay algo en lo que no estoy de acuerdo contigo, última gilipollez por mi parte en el día de hoy, es lo de que el boca a boca adquiera un nuevo significado. El significado es el mismo, ya sea beso, ya sea resucitación cardiopulmonar de un herido. Lo que cobra nuevo significado es el boca a oído. Con perdón por rectificar al señor sociólogo.

    Pero lo mejor… la conclusión o cierre del artículo, es… BRILLANTE y se me acaban los calificativos.

    De verdad que has elegido tu profesión con acierto, ¡qué bueno eres!

    Recibe mi admiración y un fuerte abrazo.

    Juan Cho

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  4. Caray Juancho, ya no sé cómo darte las gracias por tu amabilidad. Me encanta que te guste tanto lo que hago. No sé, quizás te invito a algo la próxima vez que nos veamos.

    Un abrazo muy fuerte, me animas un montón y me haces reir, !que´más puedo pedir!.

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  5. Invitación reciproca una vez pasado el período vacacional.
    Queda dicho.
    Haremos participar de ello a quien tenga el nviel suficiente.

    Un fuerte abrazo.
    Juan cho

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  6. El gran cambio empezó cuando las mujeres comenzaron a ir solas a los bares y tabernas. Ahora, por la noche, son más numerosos los grupos de chicas que los de chicos.

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