Resumen
Durante casi 40
años he trabajado en una organización burocrática y todavía trabajo en ella y,
aparte de trabajar, me he dedicado a observar. A observar con mirada crítica,
con mirada sociológica y, cada vez que hallaba un comportamiento
característico, un patrón, una tendencia, la apuntaba en ese “cuaderno de
pensamientos” que nunca se separa de mí y luego reflexionaba acerca de esa
idea, de si era cierto que se cumplía el fenómeno con relativa frecuencia y
cuáles eran las causas de que el fenómeno existiera. Posteriormente enunciaba una ley que se ajustaba a dicho fenómeno a medio camino entre la seriedad y el sarcasmo, un lugar en el que nos encontramos la gente de buen humor.
De esta manera he logrado enunciar 35 leyes sobre el comportamiento de una organización burocrática, aunque muchas de ellas
son aplicables también a organizaciones con otro tipo de estructura. Son leyes al estilo de las de Murphy o los diversos principios de Peter.
En este artículo desvelamos la ley de las tarjetas de visita, ese conjunto de cartulinas que quedan encima de la mesa, en medio de un manual, en el fondo de un cajón y que cuando vuelves a leerlas la mayoría de las veces no consigues recordar quién te la dejó.
Enunciado
Cuanto mayor es el nivel jerárquico menor es la longitud del nombre del
cargo medida en número de caracteres.
Definición
Se entiende por Índice de Rimbombancia la longitud del nombre de un
cargo medida en número de caracteres
Justificación
Hoy en día parece haber caído en
cierta medida el uso de las tarjetas de visita – aunque como en el caso de las
corbatas parece que resiste al cambio de milenio sobre todo en el ámbito
comercial - , pero ha aumentado enormemente el uso del correo electrónico y la
firma que se pone al final de los mensajes ha cobrado importancia. Y lo cierto es
que en ambos casos, tarjetas y correo electrónico, se trata del mismo fenómeno,
indicar al interlocutor con quién está hablando.
Es algo parecido al “usted no
sabe con quién está hablando” de los tiempos del franquismo, pero de una manera
más educada. Se trata de impresionar dando rimbombancia a la función que se
desempeña.
Ahora bien, cuanto mayor es el
nivel jerárquico que se desempeña menos necesidad hay de impresionar y menos
necesidad hay de explicar el cargo, por lo tanto el número de caracteres que se
requiere para explicarlo es bastante
menor. Podríamos denominar a este número el índice
de rimbombancia. Cuanto mayor es, más rimbombante eres.
Por ejemplo, si se dirige un
pequeño departamento que se dedica a la tramitación de expedientes que se
inician en España pero se terminan en la sede central de Bureaucratic Systems
Ltd. en Springfield (Missouri, EEUU), muy probablemente el cargo sea “Jefe del
Departamento de Tramitación de Expedientes Iniciados en España y de Decisión en
la Sede Central ”,
a lo que habrá que añadir la enorme retahíla de unidades administrativas que
hay por encima de ese departamento.
BUREAUCRATIC SYSTEMS
ESPAÑA
Dirección de
Administración
Subdirección de Tramitación de Expedientes
Departamento de Tramitación de Expedientes Iniciados en
España y de Decisión en la
Sede Central
Y he sido condescendiente pues
sólo he puesto una profundidad de 4 niveles. Como se puede observar el cargo va
aumentando de tamaño conforme se va bajando en la pirámide organizativa.
En cambio, para la tarjeta del
Director General, basta con poner Director General, todo el mundo lo entiende.
En el primer caso el índice de rimbombancia es 104, en el segundo, 16.
Una variedad importante sobre
este asunto de los nombres de los cargos, que no puedo dejar de comentar, es la
moda relativamente reciente en las empresas de servicios de poner las funciones
de su personal en inglés, aunque la empresa tenga su sede en Navalmoral de la Mata y no sea sucursal de
ninguna multinacional.
Se ven cosas del estilo de
“Manager Business Development & Sales”, esta perla es de una empresa de
Barcelona, el señor claro está es un comercial; o bien, “Service Manager.
Professional Services”, de una empresa de Madrid y todavía no he conseguido
saber a qué se dedica, o bien,
“Technical Advisor. E-Business Division” de una conocidísima empresa comercial
española. Querido lector te juro por la gloria de mi madre que estos “títulos”
los he tomado de las 10 primeras tarjetas de mi tarjetero.
¿Por qué está moda?. A mi se me
ocurren dos razones. La primera es que este comportamiento es una consecuencia
de un fenómeno social mucho más amplio que es el prestigio de la lengua inglesa
como lengua franca universal, que hace que parezca que si no pones el nombre
del negocio o del trabajo en inglés eres, cuando menos, un paleto.
En segundo lugar está el mismo
argumento que hemos usado para justificar la Ley de las Tarjetas de Visita, impresionar al
interlocutor por medio de la confusión. No se es un comercial se es un “manager” o no se es un
“currito” se es un “advisor”, y uno se queda pensando, “este tiene que ser
alguien importante”. Pero todo deriva del mismo error, haber olvidado en
nuestra cultura el principio ético de que todo trabajo bien hecho es digno.
Juan Carlos Barajas
Martínez
100% de acuerdo: Juan Carlos de Borbón. REY
ResponderEliminarjajaja, un honor estar de acuerdo con su majestad!
ResponderEliminar¡Usted no sabe con quién está hablando! Yo soy el técnico responsable del Departamento y Coordinador del equipo de técnicos en centros periféricos, Jefe de escáner y recepcionista ocasional: un pringadillo.
ResponderEliminarEsto mismo lo decía yo en broma cuando trabajaba en una constructora, rodeado de ICCP's e ITOP'sque creían que cagaban mármol hasta que la crisis les despertó el sentido del olfato. Tenía múltiples jefes y, donde trabajo ahora (Como dice Rosana, condenado a trabajar con ingenieros por ser ingeniero, en el pecado está la penitencia) tengo muchos más jefes y coordinadores.
Al hilo de todo esto de los puestos, un amigo de mi padre, que era un verdadero jefe de una empresa pública, le decía: Si quieres saber cómo es fulanito, dale un carguito
Jajaja pues tienes un índice de rimbombancia muy alto. POr cierto cagar marmol podrá darte caché pero debe ser tremendamente doloroso, seguro q tenían cara de estreñidos. En cuanto al refrán no puede ser más cierto, al menos en España.
ResponderEliminarUn abrazo Gentilhombre
Hola a todos, estoy buscando un artículo de sociología en clave de humor que leí hace mucho tiempo. Se trata de uno en el que el autor divide la humanidad en tontos, inteligentes, buenos y malos, asignando a cada uno una puntuación. llega a la conclusión de que los malos y buenos, mantienen el bienestar global, los inteligentes lo aumentan, y son los tontos quienes lo reducen. Es muy divertido ¿lo conocéis alguno?
ResponderEliminarMuchas gracias
Y yo en mi tarjeta poniendo "programadora y escritora"... Ya sabía yo que algo estaba haciendo mal XD
ResponderEliminarno pongan filosofos ahi si que los miraran feo ajaja
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