Páginas

El mundo está McDonaldizado………..



Sí, seguro que puedes, lo estás deseando, es muy fácil, simplemente dilo: ¿quién lo desMcDonaldizará?. Suena a trabalenguas, ¿verdad?, o quizás a simple cachondeo, sin embargo, el McDonaldismo, la McDonaldización y la tesis de la McDonaldización del mundo son conceptos que forman parte de una teoría sociológica seria propuesta por el sociólogo norteamericano George Ritzer en su libro “The McDonaldization of society”.

No sé vosotros pero cuando he andado por esos mundos de Dios a miles de kilómetros de casa, un poco desesperado pues ya se hacía tarde para comer, en sitios dónde se hablan idiomas inconcebibles, allá dónde se acentúan las consonantes o usan símbolos maléficos ininteligibles a los que llaman escritura, sitios en los que tienes que usar la mímica, con una cocina local completamente distinta de la nuestra, en situaciones en las que te hallas al borde del límite de la tarjeta y temes que te claven; en esos sitios y situaciones he de confesar que he agradecido al cielo encontrarme con un McDonald’s.

Porque hay McDonald's por todo el mundo pero, lo realmente extraordinario no es la proliferación de estos restaurantes de comida rápida, sino que las patatas fritas saben igual en Pekín que en Madrid, el “Big Mac” es igual en Lyon que en Murcia y, si me apuráis, la Coca Cola tiene el mismo número de burbujas por centímetro cúbico en Buenos Aires y Zurich.

A partir de un único restaurante en los años ’50 la franquicia cuenta con veinte mil restaurantes repartidos por el orbe. McDonald's se ha convertido en un símbolo de mundo moderno pero lo más interesante, sociológicamente hablando, es el estudio de cómo los principios que inspiran a esta empresa están invadiendo todos los aspectos de vida social en todos los países. Su sistema copa no sólo el sector de la restauración sino todos los ámbitos del comercio como ópticas, tiendas de electrodomésticos, agencias de viajes, gasolineras y, así, una lista innumerable de negocios.

Se ha extendido más allá del ámbito comercial, el mismo Ritzer cita que lo que han hecho con las tarjetas de crédito es McDonaldizar el recibo y expedición del crédito. La obtención del crédito ya no implica un proceso largo y pesado, sino que cualquiera puede acceder a una tarjeta sólo con responder a unas cuantas preguntas. Y el pago se ha simplificado al máximo, nada de entregar monedas y billetes que tanto hay que sudar para ganarlos, entregas un plastiquito que encima te lo devuelven para el siguiente uso.

La comunicación cara a cara se va perdiendo a favor de otros medios de comunicación como el correo electrónico o todos los productos derivados de Internet y de las nuevas tecnologías. Las empresas de todos los sectores de la economía sustituyen la atención al cliente por sistemas informatizados, incluso las Administraciones Públicas están desarrollando la Administración Electrónica que evita que el ciudadano tenga que desplazarse a la oficina administrativa a resolver sus trámites.

La radio y la televisión nos dan fragmentos de noticias comentadas en diez segundos. En diez minutos de película pasan más cosas que en dos horas y media de los filmes de los años ’40. Todo es rápido, instantáneo, cuando tu equipo gana la Copa de Europa no puedes descansar y disfrutar del momento porque enseguida viene la Supercopa, la Megacopa o el décimo partido del siglo de este año.

Bien, paremos un momento, pues este artículo se está McDonaldizando. Ni Ritzer, ni yo que estoy intentando hacer de traductor suyo al cristiano, al lenguaje de la calle quiero decir, consideramos que la cadena McDonald’s sea la culpable de estos hechos sociales que hemos comentado y que todos reconocemos en nuestra vida diaria. Lo que Ritzer expresa en su teoría, es que la cadena de comida rápida es una representación fidedigna, un paradigma de cómo se produce y se consume en la sociedad moderna y por eso ha llamado a este sistema de organización como McDonaldismo. McDonald's no ha creado los cambios sociales sino que los cambios sociales han creado McDonald's.

Concretamente Ritzer habla de paradigma contemporáneo de la racionalidad formal, ¿Qué quiere decir con esas cuatro palabrejas?, bueno, intentaré traducirlo. Max Weber, uno de los padres de la sociología, dejó escrito que el mundo, sobre todo la sociedad occidental, había sufrido un proceso de racionalización en muchos campos, en la economía, la religión, el derecho, la política y el arte. Para Weber la expresión de esta racionalidad en la formas de organización social era la burocracia. Según Rizter, el mundo ha seguido evolucionando desde los tiempos de Weber, principios del siglo XX, y el modelo actual de la racionalización no es la burocracia sino el McDonaldismo. Textualmente dice: “la burocracia aún está entre nosotros, pero el restaurante de comida rápida ilustra mejor este tipo de racionalidad”.

Para entender este fenómeno en toda su amplitud, es necesario comprender los cuatro principios básicos o dimensiones – como prefiere llamarlas Ritzer – del MCDonaldismo: Eficiencia, cálculo, previsibilidad y automatización, pero lo haremos en un próximo capítulo pues además de McDonaldizarse, este artículo se haría demasiado largo.



Juan Carlos Barajas Martínez

4 comentarios:

  1. el objetivo de la evolución y la vida, es la conservación de energía y administrar efectivamente su consumo, traspolando la naturaleza a la producción, el pináculo de un proceso industrial es llegar a la menor cantidad de movimientos, el estandarizar producción es imitar cociente o inconscientemente a la naturaleza, es tratar de conservar energía, en momentos sociales donde el tiempo es dinero, o es el único valor de intercambio entre personas, el éxito de la estandarización alimenticia es neto, el día que a las personas no se las necesite en la intervención de la producción industrial, cuando la maquina sea la encargada de casi todas las tareas, el tiempo volverá a las manos de sus dueños, volverá a ser administrado por las personas. se volverá a tomar tiempo para comer, para estar con los suyos, para exigir mas derechos, en fin a administrar su tiempo no como bien de intercambio. El "deseo" como variable de manipulación de el poder, tendrá que ser redireccionado, ya que no se estará acotado a sacrificar 8 o 10 hs para poder subsistir o conseguir bienes.

    ResponderEliminar
  2. Me pregunto por qué ese fenómeno se produce sobre todo con franquicias norteamericanas porque aunque hay compañías importantísimas cómo Samsung que creo es coreana, otras japonesas etc. no se MacDonalizan

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No esas se toyotizan que es una versión posmoderna del fordismo

      Eliminar
  3. Agradezco cada artículo que públicas.

    ResponderEliminar